1001 Albums Parte XXX: Waylon Jennings, Pink Floyd, Wonder, ZZ Top, McCartney, Alex Harvey Band, Alice Cooper, Stooges, Isley Brothers, New York Dolls (1973)

El outlaw country es un estilo de música folk que nació en parte como respuesta al famoso sonido Nashville, el cual había acercado al country hacia un una melodización más pop, alejándolo del clásico honky tonk; Honky Tonk Heroes (1973) fue uno de los álbumes que significó un gran puntapié para la popularización de aquél. Su autor fue Waylon Jennings, ex bajista de los Crickets devenido en músico country. El disco comienza con una movida "Honky tonk heroes", para pasar a una lenta balada y melancólica como "Old five and dimers (like me)". El tono grave en la voz de Jennings calza a la perfección con el anti-héroe del oeste en temas como "Willy the wandering gipsy and me", la romántica "You asked me to" o la clásica "Ride me down easy". "Low down freedom" es sincera y no le sobra nada, "Omaha" es nostálgica con el origen, "Ain't no God in Mexico" es divertida y sigue la tradición de canciones de frontera, y "Black rose" es el tema más ligado al rock en el disco. El cierre es monumental, con la triste "We had it all". Un álbum que retoma la línea folk clásica, y que sorprende por el buen nivel de sus canciones.
Favoritas: "You asked me to", "Willy the wandering gipsy and me", "Old five and dimers (like me)"
Calificación: 8/10

Se ha hablado mucho sobre The dark side of the moon (1973), el octavo álbum de Pink Floyd. Lo cierto es que el disco es un buen reflejo de las incomodidades que aquejaban a la gente a principios de los 70'. Los ruidos y efectos de sonido relacionados con el utilitarismo y el ritmo de vida son el eje sobre el que se mueven las canciones. "Breathe (In the air)" pone mucho énfasis en la necesidad de soltarse y vivir la vida; en el comienzo de "On the run" se retoma a "Speak to me", plagada de ruidos cósmicos y voces apenas distinguibles que remiten a la presión y el estrés que provoca, aquí, la espera en un aeropuerto. La balada de hard rock "Time" alerta sobre el desperdicio del tiempo y el paso de los años (el comienzo aturde con ruidos de timbres y campanas); tiene un fantástico solo de guitarra. "The great gig in the sky" es una solemne elegía sobre la muerte -la voz de Clare Torry es conmovedora-, el blues-rock "Money" (el single más popular) una burla del consumismo y la avaricia, "Us and them" -con influencias de jazz- hace crítica al lenguaje mundano y al etnocentrismo imperante y "Brain damage" es un ácido comentario sobre las consecuencias mentales de la fama. "Eclipse" cierra con un tono reflexivo sobre lo que significa vivir como ser humano. Un disco que necesita más de una oportunidad, conceptualmente muy bueno.
Favoritas: "Money", "Time", "The great gig in the sky"
Calificación: 8/10

Innervisions (1973) es un trabajo que denota madurez en la obra del intérprete estadounidense Stevie Wonder. Este es un álbum que tiene un espectro estilístico variado, lo cual demuestra la versatilidad de Wonder; asimismo, las letras muestran un fuerte compromiso con los conflictos sociales de la época. El disco abre con "Too high", un tema funky que alerta sobre el peligro del abuso de drogas, mientras que en "Visions" -vaya título para el autor- sueña con un lugar libre de prejuicios. "Living for the city", de gran mood entre funk y blues moderno, dispara contra el racismo y la explotación de los trabajadores, en tanto que "Golden lady" es una tierna balada de soul, y "Higher ground" acerca el funk al R&B en un tema que habla de las experiencias y las oportunidades. Con "Jesus children of America" se mofa en parte de los evangelizadores y los nuevos seguidores que surgieron tras el movimiento hippie, "All in love is fair" es una sólida balada pop (con Stevie en su mejor interpretación vocal del disco), "Don't you worry 'bout a thing" transpira latinidad y optimismo, y "He's misstra know-it-all" tiene referencias indirectas al por entonces presidente de EEUU Richard Nixon. Buen disco.
Favoritas: "Living for the city", "All in love is fair", "Too high"
Calificación: 7/10

Tres hombres (1973) es el tercer álbum del power trío texano ZZ Top. El disco presenta una marcada base de blues rock y de rock sureño; el sonido de las canciones es prolijo y estridente, lo cual le abrió críticas positivas. El arranque en hard rock y notorio por sus riffs de "Waitin' for the bus" se ve aplacado por un áspero blues con alegoría cristiana incluida ("Jesus just left Chicago"), tema que suena potente y con un solo de guitarra inspirado. "Beer drinkers & Hell raisers", otro tema de hard rock poderoso, inaugura la recorrida por personajes de bar y de la noche; los riffs comandan "Master of sparks" a la vez que despliega una galería de personajes típicos de Texas. La melódica "Hot, blue and righteous" suena a experiencia religiosa, "Move me on down the line" es un buen boogie de carretera, y "Precious and Grace", con riffs al estilo LedZ, cuenta la anécdota de dos autoestopistas mujeres con pasado delictivo. "La Grange", un boogie blues y uno de sus temas más conocidos, habla de un popular burdel texano, y "Sheik" tiene raíces en el pop latino y agrega más anécdotas al disco (al igual que la blusera "Have you heard?"). Musicalmente muy sólido, especialmente por las guitarras. Vale la pena.
Favoritas: "Jesus just left Chicago", "La Grange", "Hot, blue and righteous"
Calificación: 8/10

La publicación de Band on the run (1973) significó un hito para Paul McCartney, dado que fue el primer álbum suyo fuera de The Beatles casi unánimemente aclamado por crítica y público. El disco es una galería de melodías típicas del inglés, que retomó la vena creadora beatle para esta ocasión; además, el quinteto que formaba con Wings quedó reducido a trío a pocos días de grabar. "Band on the run", la historia de una banda encarcelada que logra huir de prisión -estructurado en tres partes musicalmente diferentes-, es un buen resumen del disco: una suite que se vuelve un vertiginoso rock. "Jet" se apoya en ese rock áspero en un tema nostálgico típico de Paul; "Bluebird" es una tierna balada con arreglos corales como de los 50', "Mrs. Vanderbilt" es movida aunque algo nihilista, "Le me roll it" guarda parecido con los blues de Lennon y de los Beatles, "Mamunia" tiene un aire folk y campestre relacionado con Escocia pero también con la música africana, y "No words" encaja en el estilo romántico tradicional de sus baladas. "Picasso's last words" es una melodía country nacida a partir de una nota sobre la muerte del pintor, y "Nineteen hundred and eighty-five" continúa con esa búsqueda de salvación a través de la unión de música y amor. La portada es excelente, tanto por la luz como por el contraste. Un discazo.
Favoritas: "Jet", "Bluebird", "Band on the run"
Calificación: 9/10

The Sensational Alex Harvey Band fue una banda escocesa de rock que experimentó varios cruces estilísticos como parte de su repertorio. Su segundo disco, titulado Next (1973), es bastante desconocido en esta parte del planeta, pero varios de sus temas fueron versionados por otras bandas. Harvey, el vocalista, es dueño de un histrionismo cercano a lo teatral. El disco abre con "Swampsnake", un hard rock con letra sugestiva y tendiente a analogías, mientras que "Gang bang" coquetea con el glam rock y recuerda tanto a Bowie como a los Stones. "The faith healer" fue su sencillo más exitoso, basado en un riff repetitivo y una letra entre esotérica y mística. "Giddy up a ding dong" es un R&R clásico reversionado y lleno de esa energía de los 50', "Next" es un cover en clave de tango de un clásico de Jacques Brel que pone el dedo en la llaga respecto de la sexualidad y las enfermedades venéreas (y le sienta muy bien a tono exagerado del cantante), "Vambo marble eye" tiene influencias del soul y "The last of the teenage idols" pasa de soft rock a heavy metal y está cargada de sarcasmo. Un disco que necesita tolerancia porque Alex Harvey puede ser demasiado.
Favoritas: "Next", "Gang bang", "Giddy up a ding dong"
Calificación: 7/10

Hablando de histrionismo, Alice Cooper hizo que el rock persiguiera de cerca a los terrores más latentes de la clase media. Billion dollar babies (1973) tiene un puñado de canciones que demuestra esta aserción. El cover "Hello hooray" muestra a un artista de ánimo nietzschiano con el poder sobre el escenario, algo que Cooper demostró en sus intervenciones, incluyendo el uso de sangre y de guillotinas. "Raped and freezin'" es un rock irónico respecto del acoso sexual, "Elected" una sátira mordaz del sistema electoral, "Billion dollar babies" se sumerge en el desenfreno sexual -con un riff pegadizo-, y "Unfinished sweet" es un delirio que cruza Halloween y masoquismo con el miedo a los dentistas. Con "No more Mr. nice guy" Cooper desnuda su inconformismo con la imagen que la crítica tenía de él, "Generation landslide" es despiadada con el conflicto alrededor de las guerras (de afuera y de adentro), y en lo que queda, el disco se hace más oscuro: desde demonios internos como amor a la música ("Sick things"), hasta travestismo ("Mary Ann") y necrofilia ("I love the dead"). No apto para cualquiera aunque sin escandalizar, y para mi gusto algo sobrevalorado.
Favoritas: "No more Mr. nice guy", "Raped and freezin'", "Generation landslide"
Calificación: 6/10

Luego de que Iggy Pop deshiciera The Stooges, los volvió a juntar para la grabación de Raw power (1973), su tercer álbum, uno bastante ignorado en su momento. Es un disco corto pero oscuro, repleto de rabia e insatisfacción. "Search and destroy", el primer tema, reafirma a Pop como el gran antecesor del punk. con "Gimme danger" la banda cumple el requisito de hacer algunas baladas para conformar a la discográfica (la otra es la blusera "I need somebody"); sin embargo, la letra es oscura y enigmática. "Your pretty face is going to hell" habla de un desamor con el power del punk, "Penetration" es un obsceno rock interpretado por Pop a medio camino entre el canto y el susurro, y "Raw power" refleja el sentimiento y la energía sobre el escenario. Para el cierre, "Shake appeal", una canción para arengar y hacer bailar a Iggy, y la estridente "Death trip". Quizás debido a la indiferencia recibida -y al fracaso comercial-, la banda se separó un año después. Un claro antecedente del punk más ruidoso, y como tal, cumple.
Favoritas: "Gimme danger", "Search and destroy", "Your pretty face is going to hell"
Calificación: 7/10

Originalmente un trío de R&B y gospel, The Isley Brothers presentaron con 3+3 (1973), su undécimo álbum, un cambio en la formación tradicional, ampliándola a seis miembros. Además, su música, orientada a lo pop, recibió una dosis de rock que los catapultó al éxito. El disco abre con "That lady", una canción movida con tonos de soul y de funk-rock y una guitarra líder distorsionada al mejor estilo Hendrix, y continúa con la romántica "Don't let me be lonely tonight" de James Taylor, reversionada en un R&B pasional. El tono romántico del disco se afianza con la soul "If you were there", la sincera "You walk your way" o la exitosa "What it comes down to"; es un disco en general generoso desde lo rítmico, como con la funky "Listen to the music" . "Sunshine (go aay today)" es una joya escondida -donde los sintetizadores mandan-, el cover "Summer breeze" presenta un arreglo de coros estilísticamente bello y un buen solo de guitarra; cierra "The highways of my life", una balada de pop-rock sobre encontrar tu camino, con un armónico comienzo al piano. 3+3 fue el disco bisagra para esta banda. Muy bueno, no tiene un solo tema flojo.
Favoritas: "What it comes down to", "Don't let me be lonely tonight", "That lady"
Calificación: 8/10

Un par de años antes de la aparición de los Sex Pistols, y a la par de la explosión del movimiento contracultural drag, surgieron los New York Dolls. A pesar de la superficial mirada de la crítica -quienes los veían como imitadores de los Stones en versión drag-, los Dolls tenían una visión propia deudora del R&B de los 50' y de las bandas femeninas recientes. New York Dolls (1973), su álbum debut, es una experiencia gratificante, como pocas veces lo es el punk. La confusión de los 70' se refleja desde el inicio con "Personality crisis" -sobre la esquizofrenia- y "Looking for a kiss" (y retorna en "Subway train" y "Private world"); "Vietnamese baby" despliega contradicciones y polos opuestos, "Frankenstein" ilustra la relación entre los jóvenes y la gran ciudad, y "Trash" suena a una sobre-expresión de sus deseos inconscientes. "Lonely planet boy" tiene un registro pop romántico y completamente diferente del resto. El proto-punk vuelve con "Bad girl", "Pills" es R&R frenético y absurdo con unos coros geniales y gran solo de guitarra, al igual que "Jet boy", que parece salir de un cómic. Bastardeados por un sector de la crítica, y sin talentos descomunales, New York Dolls conserva un encanto de lo nuevo que es inigualable.
Favoritas: "Lonely planet boy", "Personality crisis", "Pills"
Calificación: 8/10