Notas sobre el Surrealismo cinematográfico

18.11.2020

El cine surrealista opera sobre la percepción que el espectador tiene de la realidad proponiendo una realidad aumentada, esto es, una combinación de la realidad perceptiva cotidiana y la del mundo de los sueños, sugiriendo mediante las imágenes un modo cognitivo de operación similar al que tendría la mente del ser humano, despreciando así el modelo narrativo realista al que el público estaba acostumbrado.

El montaje, mediante juegos y asociaciones de imágenes que a priori sólo responden a una elección arbitraria, busca en el surrealismo -como en las vanguardias en general- ejercer el famoso efecto de shock en el espectador para sacudirlo de su comodidad y de esa expectación pasiva a la que estaba sometido ante un cine narrativo tradicional. En El perro andaluz, Buñuel ilustra esta búsqueda de varias maneras mediante el montaje, por ejemplo en su escena más famosa -y comentada en clase- en la que una navaja afilada secciona el ojo de una muchacha en dos mientras una nube parece seccionar a la luna en dos partes; este juego de alternaciones intentaría despertar en el espectador una conciencia dormida acerca de la ilusión narrativa y atacando al sentido más íntimamente relacionado con el cine, la vista, como el objeto que percibe en primera instancia las imágenes ya formadas. Como bien dice Sánchez Biosca, es una 'agresión a la percepción del público' (90) especialmente porque es el órgano de la visión el que se ve agredido.

Finalmente, va la pena mencionar que otro de los objetivos del surrealismo -o de algunos de sus impulsores- era cargar contra el sistema político imperante, para ellos anquilosado, por lo que el juego con lo onírico buscaría llamar la atención del espectador sobre la posibilidad de otro estado de las cosas, de la posibilidad de otra realidad.

Continuar....

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar