1001 Albums Parte LII: Springsteen, Associates, Iron Maiden, Duran Duran, Violent Femmes, Malcolm McLaren, Def Leppard, R.E.M., The The, Waits (1982-83)

24.09.2023

Nebraska (1982) fue un trabajo diferente en la obra de Bruce Springsteen. A diferencia de otros álbumes más enfocados en su veta rockera, su sexto disco de estudio tiene un tono más crítico y contemplativo. Poético y descriptivo comienza con "Nebraska", canción que tiene como protagonista a un conocido asesino serial; su mood es lento y reflexivo, aunque sólo desde lo musical. "Atlantic City" es una emotiva y desencantada historia de una pareja cuyo hombre se enfrenta a lo inevitable, al destino final, mientras trabaja para el crimen organizado (la ciudad es pintada como un antro de la maldad humana); el excelente arreglo de Springsteen incluye un solo de harmónica y una mandolina aportando lo melodioso. Aunque admite varias interpretaciones, "Mansion on the hill" habla con mucho romanticismo de los sueños y de lo inalcanzable siempre presente. Otro golpe bajo es la balada rockabilly "Johnny 99", sobre un delincuente que sirve una condena perpetua y que ya no puede aguantarlo. La triste "Highway patrolman" describe la fragmentación de los núcleos familiares debido a las penurias americanas de mediados de siglo -como Vietnam-, a la vez que sostiene la fuerza de los lazos sanguíneos. "State trooper" es el tema más oscuro del disco, un relato horrorífico -el uso de sintetizadores y de gritos la distingue del resto- de una mente desequilibrada a punto de encontrarse cara a cara con la ley, en un lugar desolado. El Jefe más sentido surge con "Used cars", una mirada de la auto-humillación en épocas de infancia y desde el punto de vista de un niño. Vuelve al R&R con "Open all night" (sólo con su guitarra), se enfrenta con fantasmas del pasado en "My father's house" y homenajea al country-blues sureño con "Reason to believe", ambigua entre la esperanza y la decepción de lo que ya no será. Un Springsteen inusual, pero igualmente fantástico. 

Favoritas: "Atlantic City", "Highway patrolman", "Reason to believe"

Calificación:  8/10


Con semejante portada, se infiere hacia dónde va Sulk (1982). El segundo álbum de la banda post-punk The Associates es un abanico de estilos de moda en aquel momento, como glam rock, art rock y mucho pop. "Arrogance gave him up" sienta el tono con una melodía instrumental repetitiva pero fresca y bailable (como en un ciclo, está en sintonía con el cierre "nothingsomethingparticular"). Luego de una larga intro de ruidos poco armónicos, "No" es una canción que transmite tedio y agonía en su lento paso y su letra visceral. El extraño arreglo de la batería le da un aire incómodo a "Bap de la bap" (influencia en Duran Duran y otras), que da la sensación de una persona acorralada al punto de surgir su animalidad más profunda; "Gloomy Sunday" (conocida como La canción suicida húngara) -la cual tiene fama de maldita- conserva su tono romántico y se acerca al gothic pop: Billy Mckenzie, el vocalista, se suicidó 15 años después. "Nude spoons" es bastante disparatada, y obedece a un supuesto viaje con ácidos del propio Mckenzie. Este enfoque se extiende a "Skipping", que a pesar de ello presenta algunas ideas divertidas relacionadas con la permanencia. "It's better this way" es enfrenta a una relación que acaba con suficiencia, aunque el estilo vocal y algún que otro falsete parecen desmentir el estado antes mencionado; "Party fears two" es la más colorida de sus canciones (excelente melodía en teclados), pero su letra esconde indecisiones y problemáticas interiores del cantante: es su tema más conocido. El significado de "Club Country" permanece elidido aunque bien puede ilustrar un espacio exclusivo visitado por Mckenzie, y en líneas generales es un disco entretenido y diferente. 

Favoritas: "Gloomy Sunday", "Party fears two", "Nude spoons"

Calificación:  7/10


Las acusaciones llovieron contra Iron Maiden cuando The number of the beast (1982) salió a la venta. Catalogado como un álbum satánico, y con una portada muy ilustrativa que parecía aludir a la idolatría de las fuerzas del mal, el disco fue malinterpretado al principio pero logró convertirse en uno de los grandes hitos del heavy metal. "Invaders" es el típico speed metal de la época con una letra combativa y una ajustada descripción de la invasión vikinga a las islas británicas. Esta mirada histórica se repite en "Run to the hills", esta vez denostando a los blancos en las guerras contra los nativos americanos. "Children of the damned" (inspirada en la película homónima de los 60') es una canción que tiene la característica de abrirse a muchas interpretaciones, siempre con el eje en nuevas generaciones arruinadas por el contexto; comienza lenta pero un excelente quiebre le otorga velocidad. El disco es muy referencial hacia la cultura pop, siendo "The Prisoner" -basada en la serie de tv británica- es otro ejemplo de ello; Bruce Dickinson muestra su habilidad para alterar su propio tono en "22 Acacia Avenue", que se centra en la figura salvadora de una prostituta. "The number of the beast" parte de sueños visionarios que tuvo el bajista Steve Harris y toma conceptos del libro de las Revelaciones para uno de los puntos más altos del álbum. Enorme trabajo del baterista (con sutilezas que vendrían del jazz) en "Gangland", canción de tono noir, y el cierre tiene un alto contenido filosófico acerca de la religión y de la existencia de algo más para alguien que espera la muerte en "Hallowed be thy name". Buen disco con algunas letras arriesgadas, aunque lo sentí por momentos irregular.

Favoritas: "Hallowed be thy name", "Invaders", "The number of the beast"

Calificación:  7/10


Duran Duran es sinónimo de la década del 80'. Su sonido heredero del punk y orientado a un estilo pop sensual se suele identificar con el espíritu de su década, como uno de los sonidos más pregnantes del periodo. Rio (1982) es su segundo álbum, y tiene un sonido fresco, bailable, y prolijo. El tono festivo se palpa con claridad en "Rio", tema principal que epitomiza la 'fiesta sin fin'; con un paso de disco, "My own way" continúa en esa senda, esta vez reflejando la onda de los clubs nocturnos juveniles. "Lonely in your nightmare" es un tema atípico en relación al resto del disco, y alude con poco sutiles metáforas al sexo. Aunque se inspira en caperucita roja, "Hungry like the wolf" -muy pegadiza- es uno de esos temas que no resiste cordialmente el paso del tiempo, y que hoy sería difícil cantar ante el público femenino; melódicamente rockera es "Hold back the rain", y sería una semblanza de la lucha interior contra las adicciones (posiblemente el mismo tópico de "New religion", aunque esta última tiene un tono de superación). El aire new wave es más notorio aun en "Last chance on the stairway", "Save a prayer" -enorme hit en aquel momento- aparece despojada de todo romanticismo, y "The chauffeur" es una evocativa historia de amor platónico con un interesante grado de descripción. No se puede pensar a esta banda separada de su producción artística: el surgimiento de MTV fue un espaldarazo que sustentó su éxito y provocó rápidas relecturas de sus canciones. Agradable disco.

Favoritas: "The chauffeur", "Rio", "New religion"

Calificación:  7/10


Humor visceral corría por las venas de Violent Femmes. El álbum debut de la banda, Violent Femmes (1982), es una agradable combinación de folk rock, post punk y mucho humor. La ironía de "Blister in the sun" se halla en la disparatada visión acerca del uso de drogas; hoy, con el auge de los ataques de pánico y otras cuestiones similares, "Kiss off" sería un tema muy representativo. No hay demasiada profundidad en la letra de "Please do not go", pero su aire romántico y paranoico se empareja bien con el ritmo pausado y alternativo de su melodía. La violencia se descubre con la punkie "Add it up" que habla de deseos sexuales frustrados y de violencia contenida, en quizás el tema más oscuro del disco -"Probe my love" y "Promise" también hablan de deseos sexuales en ese contexto juvenil y de auto-conocimiento; dos temas están bastante influenciados por el blues: "Confessions", que carga con un grado de alienación tal que enfrenta a la sensación de miseria presente en todas las personas, y "To the kill", canción que parece reflejar la paranoia y el consumo de drogas, como también el aislamiento del mundo exterior. La pérdida de la inocencia es el tema de "Gone daddy gone", con una letra algo sugestiva y un xilófono brillante. El cierre es con la balada lenta "Good feeling", una bella oda al momento del cierre de un ciclo en la vida. La portada es auto-explicativa en cuanto a la separación entre la inocencia y la perversión, y la mirada hacia un pasado ya abandonado. Un tremendo disco que no te deja indiferente.

Favoritas: "Blister in the sun", "Gone daddy gone", "Kiss off"

Calificación:  9/10


Disco extraño, Duck rock (1983). El objetivo del empresario Malcolm McLaren (ex-manager de los Sex Pistols) era recolectar estilos y melodías de diferentes partes del mundo, y adaptarlas en un álbum más o menos heterogéneo. El resultado es un trabajo diferente. Con cierto resabio del calipso, "Obatala" es un tema con orígenes en República Dominicana (mood tropical al que vuelve con la movediza "Merengue", con mariachis a bordo, y "Legba", de influencia mexicana), y está liderado por una percusión constante -al igual que la tribal "Song for Chango"- y un sonido de teclados muy new age y agradable. "Buffalo gals" introdujo a McLaren el mundo del hip-hop; la pista es onomatopéyica y el autor reinventa un tema clásico de siglo XIX. La abundancia de voces -siempre lideradas por la de McLaren- es el motivo principal en casi todos los temas, y se nota demasiado en "Doble dutch", que por momentos mezcla ritmos africanos con música electrónica y tópicos de un juego de niños; también se nota en "Jive my baby", una combinación de country y sonidos sudafricanos. El remixado es otro de los recursos que se repite con frecuencia, como en "El San Juanera", también inspirada por el hip-hop. Un sonido fresco y de cruces multiculturales emerge con "Punk it up" (especialmente de Sudáfrica), y se profundiza con "Soweto", con una armónica voz de Trevor Horn y una melodía que evoca nuevamente a la tierra sudafricana. "World's famous" es un pequeño manifiesto a la música como vehículo de transmisión, y finalmente "Duck for the oyster" cierra con una canción cómica homenajeando el estilo hillbilie. Un disco precursor, que crece a medida que avanza.

Favoritas: "Punk it up", "Jive my baby", "Soweto"

Calificación:  7/10


Pyromania (1983) significó un cambio de aires para la banda inglesa Def Leppard. Viniendo del palo del rock riffero más pesado, con éste su tercer álbum apuntaron a un público un poco más masivo; al mismo tiempo, le dieron un toque más adolescente y hitero al ghetto metalero con melodías más limpias y cercanas al rock. Así, canciones como "Rock Rock! (Till you drop)" tienen un estilo similar a bandas pesadas como AC/DC, mientras que otras como "Photograph" -inspirada en Marilyn Monroe-, "Comin' under fire" y "Foolin'" se acercan más a una suerte de glam metal. Lo que siempre está presente son las guitarras proponiendo ritmos pausados y voces sorprendentemente armónicas para el género. Por supuesto, hay temas estilo speed metal como la enérgica "Stagefright", otras con un aura decadente y épico como "Too late for love", y alguna que impacta por su fuerte carga de pesimismo y alienación social ("Die hard the hunter"). "Rock of ages", popular por haber reintroducido la frase "es mejor prenderse fuego que apagarse lentamente" -luego utilizada por Cobain en su nota de suicidio, entre otros-, da cuenta de la seguridad del artista de rock convencido de su pasión por la vida rocker, "Action! Not words" juega con el deseo de ser mirado y el sexo como vehículo de fantasías capturadas en imagen, y "Biully's got a gun" es lo más cercano de la banda a una canción con un antihéroe del lejano oeste. Un buen disco de heavy metal que sufre de algún que otro altibajo. 

Favoritas: "Photograph", "Rock Rock! (Till you drop)", "Billy's got a gun"

Calificación:  7/10


R.E.M. es una de las bandas que ayudó a definir ese esquivo título llamado 'rock alternativo'. La banda estadounidense debutó con Murmur (1983), de sonido fresco y letras crípticas e intelectuales. Aunque los significados de sus letras no suelen ser lineales, "Radio free Europe" -en sintonía con el new wave del momento- tiene algo que ver con la prensa silenciada durante la Guerra Fría, mientras que "Pilgrimage" (con una intro suspensiva) alude al azar y a esa idea de que "sea lo que tenga que ser". "Laughing" utiliza figuras retóricas para eludir un significado concreto, pero bien podría hablar de seres aislados por sus capacidades; el tema tiene un tono emocional adecuado y una batería brillante. "Talk about the passion", con una guitarra que lidera al ritmo del jangle pop (homenajeando al pop rock colegial), habla de la desesperanza en los más desprotegidos, y"Moral kiosk" acelera un poco y ofrece una letra elusiva que puede atribuirse a cierto disconformismo con la sociedad conservadora regulada de entonces. Un honky tonk piano introduce la oblicua y cansina "Perfect circle", cuyo eje temático permanece en las sombras, lo que la vuelve la canción perfecta para identificarse. Aunque no es clara, "Catapult" se relaciona con niños reprimidos o limitados por la tv o por las reglas de su entorno, en tanto que con "Sitting still" la banda se pone post-punkie para una canción que -según se admitió- conecta frases con poco o ningún sentido. "9-9" desborda ansiedad y falta de atención, "Shaking through" es tan abarcativa y surreal que podría tratarse del paso de la vida misma, "We walk" disfraza de music hall un significado macabro, y "West of the fields" le otorga dinamismo aunque también simbolismo puro. Un álbum enigmático, pero espectacular. 

Favoritas: "Shaking through", "Laughing", "Sitting still"

Calificación:  8/10


Experimentación hasta alcanzar lo arriesgado es lo que podría definir a Soul mining (1983), álbum debut de la banda londinense The The. Ya desde lo subversivo de su nombre, la banda apostó a una mutación de canción a canción. El disco está atravesado por un sentimiento de alienación y de insatisfacción ante la vida y las relaciones; "I've been waitin' for tomorrow (All of my life)" es una prueba notoria de ello, y se ha dicho que hace referencia a la confusión generada por elo exceso de publicidades y el consumismo. Un espíritu new wave libertario asoma en "This is the day", que entrecruza un sentimiento de nostalgia y la certidumbre de un presente insatisfactorio, con una hermosa armonía tocada por el acordeón; "The sinking feeling" se sitúa en las antípodas, reflexionando sobre la interminable rudeza de la vida y se podría leer como un rechazo del gobierno de Thatcher. La agudeza de Matt Johnson con su puño y letra se evidencia con "Uncertain smile", una breve pero precisa semblanza de las sensaciones hacia un amor no correspondido ("I've got you under my skin where the rain can't get in..."); la segunda parte de la canción es una brillante interpretación pop en piano. Luego, Johnson muestra su habilidad en "The twilight hour", un tema que refleja las ambigüedades presentes en el ser humano; su estilo es difícil de describir pero la interpretación vocal es sensacional. "Soul mining" explora una relación armada de contradicciones u oposiciones, y "Giant" habla del miedo ante el cambio, lo desconocido y el paso del tiempo. Un disco interesante, sin demasiada pompa. 

Favoritas: "Uncertain smile", "This is the day", "The twilight hour"

Calificación:  7/10


Tom Waits venía de siete discos bastante influenciados por el pseudo-intelectualismo musical del jazz, hasta que se despachó con Swordfishtrombones (1983). Aunque arriesgado, su octavo álbum es un periplo extraño bañado de percusiones y elementos de experimentación tomados de otras culturas. El disco no consiguió apoyo discográfico al principio, pero al final consiguió publicarse. Waits aprovecha su extremadamente bajo tono para transmitir una sensación under a lo largo de todo el trabajo; temas como "Shore leave", "Swordfishtrombone" y "Soldier's things" (conmovedora) expresan la angustia y el anhelo por algo que no se tiene, además del trauma de las guerras. Su voz también luce dominante en la movediza "Down, down, down" (el solo de órgano es brillante). La sensación de instrumentos que parecen estar sonando eternamente aparece repetidamente ("Dave the butcher", "Just another sucker on the vine", "Rainbirds"); también hay lugar para odas románticas ("Johnsburg, Illinois"), ásperas canciones de R&B y rock ("16 shells from a 30.6", "Gin soaked boy"), poéticas descripciones de un paraje ("Town with no cheer", lenta balada llena de realismo, o la imaginativa y melancólica "In the neighborhood"), observaciones cínicas acerca de la vida moderna consumista y vacía ("Frank's wild years", donde vuelve a la improvisación del jazz fusion) y canciones que susurran planes o anécdotas con ese intimismo propio del cantante ("Trouble's braids"). Buen disco, algo complejo, aunque no llegué a sentirme identificado con los temas. 

Favoritas: "Johnsburg, Illinois", "Soldier's things", "In the neighborhood"

Calificación:  7/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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