1001 Albums Parte LIII: The Blue Nile, Hanoi Rocks, Cindy Lauper, Simon, Echo, ZZ Top, Eurythmics, U2, Police, Meat Puppets (1983)

27.12.2023

Hay ocasiones en las que debo admitir, con un poco de vergüenza, que no había sentido jamás el nombre de una banda famosa. De origen escocés, The Blue Nile es una banda cuya base musical está construida a partir de sonidos bastante monótonos con sintetizadores que emulan muchas veces las armonías de las cuerdas frotadas. A walk across the rooftops (finalizado en 1983, aunque estrenado en 1984) es su álbum debut, y en él ya se evidencia ese estilo entre épico, synth pop y decadente de la música de los 80'. Abre con el tema que da título al disco, una exploración de lo urbano en Glasgow; y es que el disco va desgajando la noción de el ser humano cuya relación con el espacio se torna conflictiva. La estridente "Tinseltown in the rain" -con toques de soul en su pulsión pop- es el tema más movido y alude a una ciudad atestada de glamour y de tensión sexual, que puede ser tanto Hollywood como la ciudad escocesa antes mencionada. "From rags to riches" es increíblemente sensitiva tanto en su descripción como en el pausado ritmo, "Stay" (positiva y esperanzadora) tiene un aire disco y es más electro que pop en su base, "Easter Parade" -melódica, con un piano melancólico y por demás preciso- es vehículo para la observación del comportamiento humano en el espacio de lo civilizado, con una voz de Paul Buchanan cuyas oscilaciones llegan a conmover, y "Heatwave" carga con una enorme sensación de vacuidad, con una melodía que tiende a la hipnosis. "Automobile noise" cierra con una contundente declaración acerca del inexorable paso del tiempo y, más profundamente, del arraigo de los seres humanos con el espacio circundante y su visión sobre cómo se produce un cambio constante a su alrededor (por progreso o por lo que sea). Muy buen disco, al que le faltan más canciones.

Favoritas: "Tinseltown in the rain", "Stay", "Automobile noise" 

Calificación:  7/10


Hanoi Rocks fue una banda finlandesa cuya influencia en el rock más audaz de los 80' y 90' es un poco subestimada (¿Los Guns?, ¿BBK?). Back to Mystery City (1983), su cuarto álbum de estudio, combina energía con cietrto grado de experimentación. La banda tenía la capacidad de ejercer saltos musicales muy disímiles, como en un arranque con la breve y plácida instrumental "Strange boys play weird openings", para pasar a la hiper rockera "Malibu Beach nightmare", que toma la esencia del calipso pero la transforma en un rock con mucho glam; "Mental beat", en un registro más susurrado y un beat de batería pausado, habla de la relación interior con la velocidad en la música. Algo paranoica es "Tooting bec wreck" -con un aire punk-, que refleja un poco la inestabilidad mental y el desinterés en la mirada exterior de sí mismo. Más cerca del glam rock es "Until I get you" (inspirada por un tema de Alice Cooper), en tanto que en la pop "Saioling down the tears" se exponen los vaivenes del juego de seducción -el tempo medio típico de los 70' le da un aire juvenil. La parte final del disco se enfoca en el amor incondicional: un relato de iniciación sexual (polémico por la línea 'I'll lick the sweet summer sweat from your hips') asoma en "Lick summer love", la pop-rock "Ice cream summer" baja la libido y suena a nostalgia adolescente, "Beating gets faster" trata de un amor que resiste la forma en que el mundo exige vivir, y el rock infeccioso de "Back to Mystery City" regresa al tópico de la iniciación. Aunque demasiado enfocado en la guitarra doble, es un disco fresco y cargado de sentimiento.

Favoritas: "Malibu Beach Nightmare", "Ice cream summer", "Tooting bec wreck"

Calificación:  7/10


Hubo una época en la que Madonna no era la princesa indiscutida de la música pop. Allá por 1983, Cindy Lauper debutó con un álbum fresco y extrovertido. She's so unusual (1983) tiene una impronta rockera y un esfuerzo vocal interesante de parte de la cantante neoyorquina. "Money changes everything" es un cover de un tema -de The Brains- sobre la incidencia a veces negativa del dinero sobre las relaciones de pareja, en la que Lauper brilla con su falsete y su chillido soprano. La potente "Girls just want to have fun", contendiente al tema más popular de la década, todavía conserva su frescura al escucharla en pleno siglo XXI; su pop es contagioso y su sentido de la liberación femenina no se agota luego de los opresores 90 ("Witness" es otro tema que le da sentido a la voz de la mujer). "When you were mine", cover de un tema de Prince, se siente bien en el synth pop de Lauper, "Time after time" (a menudo definida como el momento más fino y estilizado de Lauper) es una balada soft acerca de los desafíos que el tiempo propone sobre las relaciones en general, no sólo las amorosas. "She bop" es la canción más anti-establishment del disco, tratando de la masturbación femenina con un espectacular fondo new wave en sintetizadores, mientras que la bella balada punk "All through the night" otorga un poder ominoso a lo nocturno, en el que suceden cosas irrepetibles. El pop tecno de "I'll kiss you" también es un signo de empoderamiento femenino, "He's so unusual" rinde brevemente culto a Betty Boop -modelo para Cindy-, y "Yeah yeah" brinda un final punkie con una Lauper más sexual que nunca. Una vez que aceptas el tono agudo de Cindy, todo es una maravilla pop.

Favoritas: "Girls just want to have fun", "Yeah yeah", "Time after time"

Calificación:  9/10


Llegado 1983, el intento de reconciliación entre Paul Simon y Artie Garfunkel duró un breve lapso para luego desandarse, cada uno por su lado. Simon sacó su sexto álbum solista con Hearts and bones (1983), un disco bastante personal y reflexivo en el que el compositor discute la dicotomía pensamiento/sentimiento. Como casi todo el álbum, "Allergies" contiene un mensaje solapado hacia su ex pareja la actriz Carrie Fisher, y la dificultad de sacar adelante una relación contaminada y destinada al fracaso; la suave melodía indie de "Hearts and bones" endulza un poco una triste canción -que también alude a Fisher- que habla del fracaso en una narración digna de una road movie romántica. De contagioso pulso pop, "When numbers get serious" ilustra la tensión entre razón y sentir que debe derribarse, en tanto que "I think too much" (en sus 2 versiones) habla mejor que ninguna otra de la necesidad de superar el impulso racional en las relaciones. Algo en la blusera "Song about the moon" pide a gritos dejar de racionalizar al amor y describirlo meramente desde lo sensitivo. Simon siempre capitalizó todas sus influencias musicales de manera concreta, como en la jazzera "Train in the distance", otra vez reflexionando con la idea de que su relación hubiera resultado más fructífera. "Rene and Georgette Magritte with their dog after the war" es una joya escondida que homenajea a una fotografía del pintor y al doo-wop, un estilo vocal grupal de los 50' derivado del blues, en tanto que "Cars are cars" es un pop simplón que guarda cierto cinismo a su estilo de vida y "The late great Johnny Ace" es una fenomenal crónica de cómo la percepción personal puede unir distintos episodios de la vida y congregarlos en una idea unificada, salpicada por la emoción. Otro gran trabajo de Paul Simon.

Favoritas: "Rene and Georgette Magritte with their dog after the war", "Hearts and bones", "The late great Johnny Ace"

Calificación:  8/10


Porcupine (1983), tercer álbum de Echo & The Bunnymen, fue moderadamente aclamado por la crítica, pero su gestión no resultó fácil. Luego de varios intentos por publicar el material, se fueron agregando capas y capas de producción hasta alcanzar el objetivo de sacarlo para el público. El disco abre con una intro de sitar del maestro Ravi Shankar en "The cutter", para dar paso a una melodía post punk que bordea el sinsentido pero que toma citas literales de La naranja mecánica; "The back of love" sigue esa línea y es muy contagiosa, con una letra obsesiva respecto de las compulsiones humanas. Con una estructura formal más ambiciosa y de cierto aire surrealista, "My white devil" es otro tema pegadizo y alude a las frustraciones en la búsqueda de un mejor estado. "Clay" está abierta a interpretaciones, pero una mirada podría ser la exploración filosófica de la dualidad del ser y la complejidad de las relaciones entre opuestos; la exploración del yo se repite en "Porcupine", que abogaría por la necesidad de transformación constante para evitar el estancamiento (cuestión que vuelve en "Ripeness", reflexión sobre el auto-descubrimiento). En "Heads will roll" se hace hincapié en los manejos y las consecuencias del abuso de poder, la lenta "Higher hell" trata la problemática de la insatisfacción, "Gods will be gods" versaría sobre la falta de entendimiento, sentimiento que se prolonga en "In bluer skies". Musicalmente tiene un pulso pegadizo e introspectivo, pero quizás le falta un agregado de energía para que el disco explote. Bueno.

Favoritas: "The cutter", "Clay", "The back of love"

Calificación:  7/10


Ya en los años 70', el trío texano ZZ Top había cultivado una reputación en el circuito del hard rock. Sin embargo, su éxito comercial y consecuente fama llegaría en los 80' con álbumes como Eliminator (1983), octavo trabajo de la banda. En la portentosa apertura con "Gimme all your lovin'", ZZ suena rocker y romántico a la vez. "Got me under pressure" es una canción sobre las presiones en una pareja que pueden llevar a un estrés o a una sensación de encierro; el tema es bastante rápido y refleja muy bien esa sensación de inestabilidad emocional en el intérprete (la guitarra hace buena parte de ese trabajo). "Sharp dressed man" es de esos temas que representa de manera literal la construcción de un look que exprese el estado de ánimo de una persona, "I need you tonight" es una balada electrificada en la que tanto la letra como los instrumentos transmiten una enorme sensualidad, y "I got the six" sube la apuesta en una canción muy sexual y en un tono casi de speed metal. Con "Legs" la banda pega un salto estilístico, puesto que la base de este pop-rock son unos constantes sintetizadores que envían un loop mesmerizador; esto se profundiza con la intro de la anecdótica "Thug", que da paso a un blues-rock bañado por el permanente sonido del sintetizador, y en la boogie "TV Dinners", donde los teclados funcionan como acompañamiento de un riff repetitivo de a lo Van Halen (el video fue más celebrado que la canción). En el cierre, tanto "Dirty dog" como "If I could only flag her down" y "Bad girl" hablan de mujeres independientes e indomables, y en un punto inconquistables. Un disco enérgico, sin puntos bajos aunque sin llegar a un pico inalcanzable. Bueno.

Favoritas: "Legs", "Got me under pressure", "I need you tonight"

Calificación:  7/10


Sweet dreams (are made of this) (1983) significó el ingreso del dúo Eurythmics al éxito del mundo de la música. De la mano del creativo Dave Stewart y de la innovadora Annie Lennox, el dúo irrumpió con fuerza en un contexto consumista de agresivo sexismo, con lo cual el estilo andrógino de Lennox resultó una importante disrupción y una alternativa al agotamiento provocado por lo anterior. Tanto "Love is a stranger" como "I've got an angel" son vehículos para que Lennox muestre su capacidad de 'sonar diferente', marcando un estilo muy propio; la audacia es una marca distintiva del dúo, como puede notarse en "Wrap it up". "I could give you (a mirror)" invierte la mirada prejuiciosa, mientras "The walk" -en clave de synth pop- es algo más introspectiva pero igual refleja bien la fuerte personalidad de Annie. El tema que da nombre al disco es uno de los mayores éxitos de la década, y -sobre un sonido muy particular de sintetizador- discute las falsas ilusiones, el nihilismo y la esperanza de algo más; el video marcó un antes y un después posibilitando otras formas de mostrarse a los demás. "Jennifer", indudablemente inspirada por algún episodio que marcó a la cantante, es una canción hipnotizadora con un pulso lento y algo gótico. El impulso latino de "This is the house" cambia el mood del disco (aunque falló como single), "Somebody told me" habla de aceptar la decepción y el cambio en algunas personas, y "This city never sleeps" trata de las vidas solitarias en una ciudad en la que no hay mucho lugar para el amor. Un disco con altibajos, en el que su tema principal se roba toda la atención, y hay poco más para descubrir.

Favoritas: "Sweet dreams (are made of this)", "Jennifer", "Love is a stranger"

Calificación:  7/10


No es su álbum mas refinado ni el más armónico, pero War (1983) permanece como una gema para los seguidores de la banda irlandesa U2. Este álbum, tercero de su cosecha, está fuertemente influenciado por los conflictos socio-políticos de Irlanda y Reino Unido. Con un beat claramente militarista, "Sunday bloody Sunday" describe, desde el punto de vista de un observador pasivo, los horrores de aquel famoso y fatídico día en Derry (Irlanda del Norte). "Seconds" sigue siendo relevante, en la medida en que todavía existe el temor a que algún mandatario desquiciado decida impulsar un conflicto con armas nucleares. "New year's day", posee una dulce melodía new wave, y alude a una de las tantas cruzadas de Bono, en este caso en favor de Lech Walesa (referente en la lucha contra la opresión estatal polaca). La fantástica (¡qué ritmo!) "Like a song..." muestra cierto desencanto con la idea de militancia en un mundo de fútiles disputas bélicas, mientras que "Drowning man" -más lenta y con mayor protagonismo de guitarra- tiene influencias de la biblia y estaría inspirada por el bajista Adam Clayton, quien sufría adicciones en ese entonces. "The refugee" es otro claro ejemplo del estilo crudo y áspero que caracterizaba a la banda en sus primeros años; "Two hearts beat as one", con interpretaciones que van desde su propia relación de pareja hasta el vínculo de las dos Irlandas, se apoya en una interesante combinación de post-punk y funk; con la colaboración del grupo Kid Creole and the Coconuts suena "Red light", sobre la ira y la prostitución. "Surrender", con un mood que parece inoxidable, discute el significado de la vida, y la melódica "40" es una coda profundamente antibélica que reescribe versos de un salmo bíblico. Gran disco, con mucho corazón.

Favoritas: "Like a song...", "Sunday bloody Sunday", "Surrender"

Calificación:  8/10


Synchronicity (1983), quinto y último álbum de la banda británica The Police, conjuga lo peor y lo mejor de ellos. Aunque dejó en evidencia que ya no podían juntarse más, dio luz a varias de las canciones más recordadas de la banda. Entre los cambios más llamativos figura el aumento del uso de sintetizadores, seguramente en concordancia con una nueva ola de sonidos apoyados en lo electrónico. De esta manera, varios temas como "Synchronicity I", "Tea in the Sahara" y "Wrapped around your finger" (con referencias a la mitología griega y a la alquimia) tienen una base casi completamente sintetizada. El interés por un sonido más 'internacional' se nota en "Walking in your footsteps", canción que se abre del comentario social para adentrarse en miradas sobre lo esotérico o en lo cósmico. "O my god" -de tono funky- habla de la fe y explora el existencialismo; "Mother" es un tema sofocante y desgarrador sobre la conflictiva relación del cantante con su madre, y "Miss Gradenko" (con alusiones al régimen soviético) es una crítica al control de las corporaciones -genial guitarra de Andy Summers. La frustración tanto personal como grupal se hace notoria en el rock "Synchronicity II", en la que el ritmo de vida de un padre de clase media lo deprime. "Every breath you take" es la canción más popular de la banda, pero también una de la que Sting se lamenta porque alude a un comportamiento obsesivo, celoso y acosador; el tema se instaló como un clásico pop. También surgida de su fracaso matrimonial, en "King of pain" se extienden las frustraciones de Sting con su vida personal. En versiones modernas, se incluyó la jazzera "Murder by numbers", oscura y perturbadora. Muy buen disco, con una gran tapa, y corolario adecuado de la banda.  

Favoritas: "Every breath you take", "Mother", "Miss Gradenko"

Calificación:  8/10


Con una portada tan chorreada, tan psicodélica como la de Meat Puppets II (1983), sabía que el sonido tenía que ser algo especial. Con la certeza de encontrarme con algo raro, distinto, el segundo álbum de la banda de Arizona Meat Puppets fue una agradable experiencia. Comienza el disco con un bluegrass hecho punk ("Split myself in two"), con una letra entre surrealista y absurda; el mismo tempo tiene "New Gods". Las influencias del country son notorias en temas como "Magic toy missing" -un corrido breve pero frenético-, "Lost" -una encantadora balada que, como leí en algún sitio, es una declaración de libertad o del ansia de poseerla- o "Climbing". Puppets también tienen una faceta acústica, especialmente en "Plateau" (un posible comentario sobre la llegada a la fama), y "Oh, me" (cínica y al mismo tiempo gravemente reflexiva). "Aurora Borealis" es instrumental y destaca por el vaivén de la guitarra principal, entre melódica y psicodélica. "We're here" tiene un ritmo pausado, quizás relacionado con una letra que hablaría de meditación o de alucinaciones. "Lake of fire" fue uno de los 3 temas -junto con Plateau y Oh, me- covereados por Nirvana en el MTV, y aunque es un poco eni´gmatico, usa un tono de burla con las viejas generaciones americanas. "I'm a mindless idiot" es una agradable balada instrumental, y de "The whistling song" leí por ahí que tiene relación con pactos tácitos con lo demoníaco, y sus consecuencias. Interesante disco que arranca con todo el power y se va haciendo más suave a medida que avanza.

Favoritas: "Lost", "Split myself in two", "Plateau"

Calificación:  7/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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