1001 Albums Parte V: Getz/Gilberto, Beatles, Brel, Solomon Burke, Dusty, Rolling Stones, Buck Owens, Jerry Lee Lewis, The Sonics, Dylan (1963-1965)

01.07.2020

El saxofonista Stan Getz quedó tan enamorado de la bossa nova brasileña que en 1963 sacó Getz/Gilberto, un disco con estilizadas versiones de clásicos en portugués acompañado por Joao Gilberto, a quien se lo suele identificar como el padre de la bossa nova. Ya desde la primera canción "The girl from Ipanema", interpretada por la dulce voz de Astrud -por entonces esposa de Joao-, se aprecia ese espíritu romántico de Río, evocando playa, arena, sol y amor; su encanto también se hace notar en "Corcovado" . Las intervenciones de Tom Jobim al piano -como en "Corcovado"- son otros de los puntos fuertes del disco. El solo de Getz en "Para machuchar meu coracao" es hermoso. La bossa siempre me pareció un estilo contemplativo, de los que al escucharlo, el cuerpo puede relajarse y la mente echar a volar. Oficialmente el primer disco sudamericano del libro, Getz/Gilberto agrada y es respetuoso de las raíces brasileñas de las que bebe.

Favoritas: "The girl from Ipanema", "Desafinado", "Corcovado (Quiet nights of quiet stars)"

Calificación:  7/10


Con A hard day's night (1964), The Beatles se instalan definitivamente en la cultura pop de los 60'. Por primera vez la banda publica un disco compuesto enteramente por ellos, y lejos de ser un punto débil, demuestran su extraordinaria vena para la composición de canciones hiteras y melódicas. Del desenfreno inicial de "A hard day's night" en el cual comienzan a notarse retazos del saturado ritmo de vida de las estrellas, hay melodías románticas típicas de la banda como "If I fell" y "And I love her", rock pegadizo en "Can't buy me love" y "Any time at all", y la sentida despedida de "I'll be back" en el cierre. Pero el punto más alto del disco es la excelencia en la simpleza de las guitarras; liderados por la versatilidad de Harrison, cada tema es una muestra diferente de la capacidad de The Beatles de crear melodías para guitarras. A la par del álbum se hizo una película protagonizada por los Fab Four en la que se evidencia la histeria ante el fenómeno que representaban por entonces. Si bien lo mejor estaba por venir, a nivel pop es uno de los mejores discos de todos los tiempos.

Favoritas: "Can't buy me love", "And I love her", "I'll be back"

Calificación:  9/10


El cantautor belga Jacques Brel es considerado uno de los principales exponentes de la chanson francaise; estas piezas se caracterizan por una melodía de balada o de rondó -a mí me recuerdan a las calesitas-, sumados a una lírica francesa mayormente romántica. Olympia 64 (1964) es un álbum grabado en vivo desde el Concert Hall de París, y si bien tiene temas originales, también incluye canciones que Brel ya había grabado para otros discos. La particularidad de un concierto en vivo de Brel es la magistral interpretación de los temas, cada uno con un sello expresivo diferente. "Amsterdam" se convirtió en un éxito inmediato, y la melancolía de un hombre inconformista se deja sentir en canciones como "Le plat pays" y "Les timides". Jacques Brel vivió una vida a gran velocidad, fue polémico y políticamente incorrecto, y dejó la música cuando ya no se sentía honesto con la profesión. Murió relativamente joven (49 años) pero permanece como probablemente el cantante más comprometido con la poesía de sus canciones. Un disco muy representativo.

Favoritas: "Jef", "Les vieux", "Le plat pays"

Calificación:  8/10


El neoyorquino Solomon Burke fue una de las voces más trascendentes del blues y el country de la década del 60', en la que fue muy prolífico -como en el resto de su carrera. Su contrato con Atlantic Records lo inclinó hacia la música secular, pero su voz nunca perdió la impronta, marcada por la sensualidad y el intimismo ("Can't nobody love you", "Someone to love me"), así como intensidad con la que Burke frasea en canciones como "If you need me" o "You can't love 'em all". La influencia de la música secular se siente en los rítmicos coros de "Won't you give him (one more chance)" y en "Hard, ain't it hard". Rock 'n' Soul (1964) se mantiene según los especialistas como uno de los mejores discos de rhythm&blues de los 60', y su reputación es merecida. Otro buen disco de esta maravillosa década desde lo musical.

Favoritas: "If you need me", "Just out of reach (of my two empty arms)", "Beautiful brown eyes"

Calificación:  7/10


La lectura superficial de la imagen de Dusty Springfield podría llevarnos a una interpretación equivocada. A pesar de su apariencia angelical, Dusty no era una imitación de Doris Day; su estilo perseguía en parte aquel de esos grupos vocalistas femeninos afroamericanos como The Supremes y The Shirelles, de quienes en A girl called Dusty (1964) hace respetables covers, manteniendo la frescura de las originales. Convertida en un ícono inglés del pop-soul, Dusty abogó también por los derechos de las minorías declarando su bisexualidad en los 70'; parte de su postura feminista se refleja en "You don't own me". El pop bailable se hace presente en "Do re mi", "Nothing" y "Mockingbird", entre otras. Antes de Cindy Lauper, de Debbie Harry, de Madonna, estaba Dusty Springfield, políticamente incorrecta y de una voz gutural pero encantadora. Vale la pena darle una oportunidad para rastrear el origen del pop feminista, en especial si se piensa en el contexto conservador del que surge. La versión que circula en redes es la reedición con 8 temas más, que siguen la línea del disco original.

Favoritas: "You don't own me", "Will you love me tomorrow", "Nothing"

Calificación:  8/10


El primer disco de estudio de The Rolling Stones bebe de las fuentes que fueron la inspiración para la banda en su juventud. En The Rolling Stones (1964) los jóvenes londinenses de despachan con covers de Chuck Berry, Willie Dixon, Bo Diddley y otros, mezclando el blues con la incipiente cepa rockera que comenzaba a hacerse el estilo predominante de la época. En este disco debut no se nota tanto la impronta compositiva del dúo Jagger-Richards que firma sólo una de las doce pistas. El resultado de esta selección es un disco que se anima a "acelerar" el blues y llevarlo a un tono de rebeldía pero sin plasmar, en mi opinión, grandes hits. "Little by little" homenajea el rock&roll de los 50', "Now I've got a witness" es un instrumental sólido y "I'm a king bee" es una lección de cómo agarrar un blues y darle otra identidad. Buen debut para una banda que se erigiría en la banda de rock con mayor vigencia de la historia. 

Favoritas: "I'm a king bee", "Tell me", "Walking the dog"

Calificación:  7/10


Acompañado de su telecaster, guitarra que se volvería imprescindible para el country moderno, Buck Owens fue una de las luminarias del nuevo movimiento folk que se instaló en Bakersfield, California en los 60'. En I've got a tiger by the tail (1965) Buck Owens and his Buckaroos se despachan con un disco que tiene mucho de hillbilly amén de la incorporación de instrumentos eléctricos que no se usaban tanto en otras épocas. "I've got a tiger by the tail", "Fallin' for you" y "Wham Bam" rescatan la rítmica country anterior, mientras que otras ("If you fall out of love with me", "The band keeps playin' on" y la legendaria "Cryin' time" que popularizó Ray Charles) resuenan como grandes baladas que sin duda inspiraron al folk americano posterior. La popularidad musical de Owens se vio sacudida en parte por su presencia como anfitrión en el programa de televisión Hee Haw! (1968), pero I've got a tiger by the tail permanece -no sólo por el audaz título- como de los mejores discos de la música country moderna.

Favoritas: "Cryin' time", "If you fall out of love with me", "I've got a tiger by the tail"

Calificación:  9/10


Es difícil imaginar a alguien que haya depositado más energía sobre el piano en un escenario como Jerry Lee Lewis. Su disco Live at The Star Club, Hamburg (1965) contiene versiones de muchos de los grandes clásicos de la primera era del rock and roll, incluyendo la potente "I got a woman", la frenética "High School Confidential" y la recordada "Money", entre otras, por lo que la selección de temas no hace sino ratificar el poder de convocatoria que el rock tenía por aquella época (y en Alemania, donde causó gran impacto entre sus jóvenes la inserción de la música americana). Lewis se mantiene en un estado de trance durante los 37 minutos que dura el disco, depositando en sus interpretaciones una vivacidad tremenda además de su conocido virtuosismo al piano. En esta ocasión lo acompañan The Nashville Teens, una prometedora banda inglesa que si bien sigue tocando no alcanzó el pico que se esperaba. La característica más reconocible de Lewis es la velocidad con la que tocaba, obligando a aligerar el tempo de todas las versiones; Live... es una clara muestra de por qué fue uno de los grandes del rock.

Favoritas: "Great balls of fire", "Mean woman blues (I got a woman)", "Whole lotta shakin' goin' on"

Calificación:  9/10


Mucho antes del grunge y las bandas de garage noventosas, incluso una década antes de la explosión punk y de que aparecieran The Ramones, estaban The Sonics, unos muchachos de Seattle que en compañía de otras bandas -The Wailers los más conocidos- dieron el puntapié al movimiento californiano conocido hoy como proto-punk, aunque no tan cercano al surf rock, típico de The Beach Boys. Here are The Sonics (1965) es una inyección de energía de principio a fin, desde la exitosísima "The witch", pasando por el clásico de Chuck Berry "Roll over Beethoven" y la potencia en los riffs de "Dirty robber" y "Have love will travel". El sonido de los instrumentos es diferente para la época, mucho más ruidosos y electrizantes (aunque no siempre afina la voz), por lo que suenan como unos adelantados. The Sonics nunca fueron extremadamente populares, pero causaron furor en el noroeste de EEUU, su influencia -no fueron los únicos- sobre las distintas vertientes musicales juveniles es notoria y su vigencia es también elogiable, puesto que aún siguen tocando (volvieron después de casi cuarenta años de distanciamiento). 

Favoritas: "Do you love me", "The witch", "Have love will travel"

Calificación:  7/10


Bob Dylan arremete contra el furor pop nuevamente en su quinto álbum Bringing it all back home (1965), un disco en el que Dylan se reinventa en comparación con su trabajo anterior. De la compulsiva melodía de "Subterranean homesick blues", Bob nos pasea por las vicisitudes de un hombre común en la búsqueda de su lugar en una sociedad de consumo feroz; las baladas como "She belongs to me" comprueban la vena romántica del autor, además de su capacidad para beber de las nuevas melodías del pop-rock de los 60' (hay cierta familiaridad en temas como "Maggie's farm", "On the road again" y bandas aparecidas por entonces como The Rolling Stones). La inspiración que muchos compositores del rock en español encontraron en Dylan -Calamaro, Bunbury y otros- comienza a entenderse a partir de este disco y de canciones como la libertaria "Love minus zero" y la preciosa y melancólica "Mr. Tambourine man". Un álbum moderno, con algunas letras excelentes, y con él Bob Dylan comienza a pavimentar su camino definitivo al estrellato. 

Favoritas: "Love minus zero", "It's all over now, Baby Blue", "Mr. Tambourine man"

Calificación:  8/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar