1001 Albums Parte VIII: Simon&Garfunkel, 13th Floor Elevators, Mayall-Clapton, Yardbirds, Nina, Astrud, Nico, Beatles, Country Joe, Buffalo Springfield (1966-1967)
Uno de los grandes letristas que trajo el rock en la década de los 60' fue Paul Simon; junto a Artie Garfunkel formaron un dúo que simbolizó el pacifismo unido al amor y la libertad propios de aquella época. Sus voces son muy armónicas, los arreglos musicales obsesivos pero simples, y sus letras representan las inquietudes de toda una generación. Los temas de su tercer álbum Parsley, Sage, Rosemary and Thyme (1966) son breves, pero impactan. "Patterns" viaja de lo melódico a lo intenso con una constante base de percusión de fondo. Melodías dulces abundan en el disco, desde "Cloudy" hasta la poética "The dangling conversation". "Homeward bound" es una bella dedicatoria a la vida de un trovador lejos de casa. El optimismo se trasluce en la pegadiza "The big bright green pleasure machine" y en la positiva "Flowers never bend with the rainfall" ('I'll continue to pretend/my life will never end'), y esa sensación placentera recorre todo el disco, una 'marca registrada' del dúo, que parecía interpretar bajo el signo de la paz misma. Hermoso álbum, de lo más poético de la década.
Favoritas: "Homeward bound", "Patterns", "Flowers never bend with the rainfall"
Calificación: 9/10
The 13th Floor Elevators fue una efímera banda psicodélica de fines de los 60'. Se los considera los fundadores del acid rock en cuanto a su aplicación de las drogas a su música, no sólo por sus letras provocadoras sino por los arreglos y efectos de sonido cuyas mezclas obedecen a una percepción y confusión no evidenciada en otras bandas hasta entonces. Su álbum debut The Psychedelic Sounds of The 13th Floor Elevators (1966) es, como el título de su segundo tema reza, una montaña rusa de sensaciones psicodélicas y alucinógenas. "Roller coaster" y "Fire engine" asoman como antecedentes del hard-rock aunque sin la pesada estridencia de los instrumentos eléctricos; "Reverberation" profundiza la descripción al consumo de sustancias ('That screams inside your mind..'), "You don't know" recuerda a Lucy in the sky, y "Don't fall down" podría ser un canto a la dependencia. Los lentos también conservan ese espíritu de búsqueda y sinsentido ("Splash 1", "Kingdom of Heaven") y en "Through the rhythm" se nota la preocupación por el destino de su generación. La tapa es psicodelia pura, y el disco lo mismo, y por demás extraño.
Favoritas: "Splash 1", "Roller coaster", "You're gonna miss me"
Calificación: 6/10
El cantante y compositor John Mayall formó la banda The Bluesbreakers y tras lanzar un primer álbum moderamente exitoso, se despacharon en 1966 con John Mayall's Blues Breakers with Eric Clapton, con cuya inclusión llevaron al blues de Inglaterra a otro nivel. Si bien Mayall era conocido por ser un intérprete multifacético, la llegada de Clapton -que había abandonado a los rockeros The Yardbirds para profundizar en el blues- les dio otra categoría: y es que la maestría del guitarrista inglés se hace notar ya desde el principio con la exquisita instrumental "Hideaway". "Double crossin' time", "Ramblin' on my mind" y "Have you heard" son invaluables piezas influenciadas por el blues clásico y "What I'd say" homenajea al soul y a Ray Charles con una destacada base de hammond (como instrumento, uno de los puntos más altos del sonido de esta banda). Sin embargo los Blues Breakers no dejan al rock de lado sino que lo asocian al blues o al soul, como en "Key to love" y "Steppin' out". John Mayall's Blues Breakers... es un importante escalón en la escalada de Eric Clapton (estuvo menos de 2 años con la banda) para convertirse en quizás el mejor exponente en lo suyo, con la famosa Gibson...
Favoritas: "Hideaway", "Little girl", "It ain't right"
Calificación: 7/10
Parece que en los años 60' lo mejor del rock provenía de Inglaterra. Roger the Engineer (1966) es el primer álbum de The Yardbirds (ya sin Eric Clapton) con el virtuoso y audaz Jeff Beck en la guitarra eléctrica principal. Las canciones de este disco coquetean con la psicodelia del momento, y gran parte de su impactante sonido corresponde a Beck, cuyos solos imprimen a los temas de novedad, al tiempo que los acercan a un rock más duro que el usual (hasta se da un gusto con "Jeff's boogie"). El rhythm & blues sirve de base para la pegadiza "Over under sideways down" y en "The nazz are blue" -donde Beck se luce con un solo de una nota (!)- mientras que "Psycho daisies" -incluida en una reedición- o "Hot house of Omagararshid" aprovechan nuevos sonidos para construir canciones no tan comunes. "I can't make your way" se nutre tanto del pop como de un coro de canto gregoriano (más reconocible en "Farewell") en uno de sus mejores temas del disco. Este es un álbum extraño, bastante experimental, que establece lazos entre el blues y el nuevo rock que vendrá con bandas como Led Zeppelin.
Favoritas: "Over under sideways down", "I can't make your way", "Turn into Earth"
Calificación: 7/10
Una de las artistas más eclécticas del siglo XX fue probablemente la intérprete afroamericana Nina Simone, cuyo talento para pasar de un registro a otro diametralmente opuesto la convirtió en una de las cantantes más deseadas desde la década del 60'. La sacerdotisa del soul como era llamada, era una eximia pianista y tenía un timbre grave y parejo que dotaba a sus canciones de una ambientación muy personal. Wild is the wind (1966) es un álbum que registra con eficacia la habilidad de Nina para pasar de un estilo a otro sin perder la elegancia en su voz; además, de un tema con implicaciones sociales ("Four women") pasaba a otro más íntimo ("What more can I say?") casi sin evidenciar el cambio de tono aunque con la expresividad necesaria. Las ideas políticas de Simone también están presentes en canciones como "Black is the color of my true love's hair". Es de notar la influencia de Nina Simone -pese a su tono más grave- en intérpretes actuales como Mariah Carey, Beyoncé o Tracy Chapman y la música melódica contemporánea. Una artista sentida, súper talentosa y un disco triste pero memorable.
Favoritas: "What more can I say?", "Lilac wine", "Wild is the wind"
Calificación: 8/10
Astrud Gilberto despuntó como solista en el plano internacional con Beach samba (1967), un álbum que combina la samba y la bossa nova de su Brasil natal con el folk y el pop norteamericano, a través de canciones que en su mayoría poseen letras en inglés. La voz de Astrud rezuma dulzura y, teniendo en cuenta que las bossas presentan por lo general un fuerte carácter intimista, cada tema suena como una carta, de amor o confesión; "Misty roses", "I had the craziest dream" y "I think of you" son ejemplos de ello. "Stay", la pista inicial, transmite toda la sensualidad de Bahía ("...we'll feel the breeze blow slow warmth"). "Parade (A banda)" es una estridente combinación de samba y marcha circense producto del furor de los carnavales brasileros, "Oba oba" es una agradable bossa nova que invita al romance y "Canoeiro" -una samba no precisa mucha poesía para que Astrud brille con su encanto. Ah, el acompañamiento de flauta en "Beach samba" es sencillamente espectacular. Un disco para escuchar a la noche, en sobremesa o mirando las estrellas.
Favoritas: "Beach samba", "Misty roses", "Oba, oba"
Calificación: 7/10
Paralelamente a su incursión con la popular banda The Velvet Underground, la cantante, actriz y modelo alemana Nico lanzó en 1967 un mesmerizador álbum llamado Chelsea girl -inspirado por la película experimental de Andy Warhol Chelsea girls en la cual ella actuó-, explotando en su faceta como cantante una voz hipnotizadora y profunda, a la vez que afinada y armónica. La característica que tal vez más contribuya a este clima de ensoñación viene dada por la utilización de instrumentos poco comunes en la música pop/rock, a saber: flautas, marimba, violonchelo, viola y armónica; en "Little sister", por ejemplo, la flauta es una segunda voz que contrasta con la voz de Nico en un interesante dueto (también en "Chelsea girls"). Las cuerdas, por su parte, otorgan solemnidad como apoyo a la gravedad de los tonos de la voz (como en "Winter song"). El estilo entre campestre y nórdico remite al folklore germánico y también, ayudada por su imagen, a un acercamiento al gótico. Chelsea girl es un disco muy interesante y fuera de lo común, que aún hoy puede oírse como una novedad. Lindo descubrimiento.
Favoritas: "The fairest of the seasons", "Chelsea girls", "Little sister"
Calificación: 7/10
La música pop y rock experimentaron un gran quiebre cuando apareció Sgt. Pepper's lonely hearts club band (1967). Alcanzando su máxima expresión compositiva en este disco, The Beatles crearon posiblemente el mejor álbum conceptual de la historia, desde la combinación de instrumentos, letras muy reflexivas y filosofías hasta el cuidado e ingenioso arte de tapa, el cual engloba un poco lo que la cultura -en especial occidental- había sobrecargado sobre la mente de las personas. Parte de esa originalidad se achaca a la experimentación con drogas ("Lucy in the sky with diamonds", "Fixing a hole") pero también al creciente interés de Harrison por la filosofía oriental ("With or without you") y a la fabulosa combinación de sus voces ("She's leaving home", "A day in the life"). El disco se deja escuchar de punta a punta sin fisuras y hasta sus temas más banales ("When I'm sixty four", "Lovely Rita") alcanzan la perfección. Quizás Sgt. Pepper'... sea el mejor álbum de la mejor banda pop-rock que hemos tenido; una obra maestra que debería ser escuchada al menos una vez en tu vida.
Favoritas: "Fixing a hole", "She's leaving home", "A day in the life"
Calificación: 10/10
Country Joe & The Fish fue otras de esas bandas de folk que tempranamente cambiaron sus clásicos instrumentos por lo eléctrico, con marcado éxito inicial. Electric music for the mind and body (1967) es una muestra cabal de ello. Su líder, Country Joe McDonald era uno de los músicos/activistas más populares de la época en la costa oeste norteamericana; esta inclinación está plasmada en temas como el blues "Death sound" y la satírica "Super Bird". Otro de los tópicos de la banda es el paso del tiempo alrededor de sujetos observadores que buscan cambiar el estado de las cosas (como en la musicalmente psicodélica "Porpoise mouth"). Curiosamente el disco rebasa las fronteras del folk para mezclar estilos, ritmos, instrumentos y también experimentación -"Section 43", instrumental, fue muy elogiada por su estrambótica combinación de acordes y elementos, usando órganos, maracas, armónicas y guitarras asiáticas, e incluyendo una similar al koto japonés. "Love" en cambio es un soul fuerte y agresivo, de tono diferente al resto del álbum. No es un disco fácil de transitar, pero seguramente será una experiencia agradable para quienes les interese la música no convencional.
Favoritas: "Sad and lonely times", "Not so sweet Martha Lorraine", "Section 43"
Calificación: 7/10
Buffalo Springfield fue una banda plagada de talento pero llena de conflictos internos, que repercutieron en innumerables cambios de personal. Buffalo Springfield again (1967) es un disco sólido que combina los talentos de esos artistas en canciones que suenan bastante diferentes entre sí pero que conforman un cuerpo musical ecléctico, variado y sofisticado. Cada canción tiene el sello de sus compositores, especialmente las del canadiense Neil Young quien acabaría teniendo la carrera más exitosa entre ellos. Tal como lo transmite la portada, lo pastoral sobrevuela el álbum ("Expecting to fly"); la música country es la base de muchas de sus canciones ("A child's claim to fame", "Hung upside down") pero también lo es el rock pesado: en "Bluebird" resalta de forma brillante la combinación de guitarras eléctricas y acústicas, con una coda de ensueño. "Sad memory" es una triste canción de desamor, tal vez lo mejor de la banda, y en "Good time boy" se lucen atravesando el soul y el funk. Un álbum dispar pero recomendable.
Favoritas: "Sad memory", "Bluebird", "A child's claim to fame"
Calificación: 7/10