1001 Albums Parte XII: Ravi Shankar, Os Mutantes, Hendrix, Leonard Cohen, Johnny Cash, Laura Nyro, Aretha, Blue Cheer, Byrds, Big Brother (1968)

17.09.2020

Seguramente la figura más conocida de la música indi -y probablemente de buena parte de Oriente- es Ravi Shankar. Su calidad de maestro de otros artistas como la de divulgador de la música de su cultura y también la influencia sobre buena parte de la experimentación que acompañó la segunda mitad del siglo XX es a todas luces bien conocida. The Sounds of India (1968) es un compendio de las melodías típicas de ese país, reescritas e interpretadas con un altísimo nivel de complejidad pero, a su vez, con una ligereza propia de alguien que siente esos temas. Tras una primera pista -"An introduction to indian music"- en la que el Ravi literalmente enseña cuestiones relacionadas con la creación y la interpretación de los instrumentos tradicionales por medio de acordes y explicaciones verbales, se despacha luego con otras cuatro canciones las cuales superan ampliamente los diez minutos de duración cada una. Es impresionante la cantidad de emociones que Shankar y sus dos compañeros transmiten con sólo tres instrumentos (cítara, tabla y tambora). El álbum deja, más allá del aleccionamiento constante, una sensación pletórica de satisfacción. 

Favoritas: "Dádrá", "Máru-Bihág", "Sindhi-Bhairavi"

Calificación:  8/10


Confieso que antes de escuchar este disco, sólo conocía a Rita Lee de nombre, pero no sabía bien por dónde iba su música. Y, ya que estamos en tren de confesiones, aún me cuesta definir el estilo. Sin embargo, Os Mutantes (1968) de la banda homónima liderada por Rita, es un álbum fresco e irreverente. La persistente melodía circense de "Panis et circenses" se vuelve un alegre y entusiasta pop carioca en "A minha menina", uno de los puntos más altos del disco. Varias de sus canciones se caracterizan por la fusión de ritmos dispares ("O relógio", difícil de clasificar pero con coros angelicales de fondo) e incluso diferentes lenguas. "Adeus Maria Fulo" toma las bases de la samba y una letra que vincula a la tierra con el cambio y "Baby" se aproxima al pop melódico de los 60'. El espíritu festivo se conserva a lo largo del disco (como en la sátira "Senhor F" o la soul "Trem fantasma"). En tiempos difíciles de represión y castigo en Brasil, Os Mutantes -cuyo nombre definía bien su posición dentro de la música- formaron parte de Tropicalísima, contracultura artística que resistió a base de una renovación musical que su pueblo necesitaba. 

Favoritas: "Le premier bonheur du jour", "A minha menina", "Baby"

Calificación:   7/10


Electric Ladyland (1968) confirma el alejamiento de Jimi Hendrix de las estructuras musicales más convencionales; es un álbum largo, más experimental, y más influido que nunca por las drogas del momento. Sin embargo hay buen blues -"Have you ever been"- y rock (destacando el hit "Crosstown traffic" y "All along the watchtower"). Otras canciones son un ejercicio y un proceso en desarrollo -"Voodoo Chile", "1983..."- cuyas duraciones y grabaciones al estilo vivo rompen con el esquema tradicional de canción. Como siempre, musicalmente la guitarra de Hendrix excede a las canciones mismas, deudoras de un virtuosismo increíble (en "Long hot summer night" las voces y la guitarra tienen la misma jerarquía, y en "Burning of the midnight lamp" emana extraños e interesantes sonidos). Su versión de "Come on (Let the good times roll" de Earl King es enérgica y potente. La portada repleta de chicas desnudas es osada pero a tono con la agresividad de Hendrix al transmitir su música. No es un disco fácil, amerita escucharlo varias veces.

Favoritas: "Crosstown traffic", "1983...(A merman I should turn to be", "Have you ever been (to Electric Ladyland)"

Calificación:  8/10


El poeta canadiense Leonard Cohen fue una de las voces más enigmáticas y audaces del siglo XX, primero por su elegancia lírica pero también tras su incursión como baladista y compositor, en la cual elaboró The songs of Leonard Cohen (1968), uno de los mejores álbumes melódicos de la década. El disco comienza con "Suzanne" , una interesante elegía una pareja y sus castillos de arena platónicos. "Master song" es una alegoría sobre la trinidad y la inversión de los papeles de maestro-alumno (Cohen vuelve sobre la religión en "Sisters of Mercy"). "Winter lady" es una melancólica canción de amor entre dos personas que no se aman (la melancolía también es el sustento de "So long, Marianne", inspirada por el amor de su vida), "The stranger song" es un rompecabezas cuidadoso sobre un alma que no puede borrar sus pecados (el tema más autobiográfico del disco) mientras que "Stories of the street" apunta a la inmensidad del mundo allá afuera en relación al hombre. Un hombre, una guitarra y una fina y alegórica poesía: excelente combinación para un disco excelso. No te vayas de este mundo sin escuchar (o leer) a Leonard Cohen. 

Favoritas: "So long, Marianne", "Winter lady", "Sisters of Mercy"

Calificación:  8/10


Enero de 1968 marcó el regreso al estrellato de un grande de la música norteamericana, Johnny Cash. Su álbum Johnny Cash at Folsom Prison es uno de los grandes signos de redención a través de la música para un artista que había sucumbido ante el consumo de anfetaminas, acompañado de su casamiento con la vocalista country June Carter. La elección de un tema relacionado con esa prisión para iniciar el recital ("Folsom Prison blues") creó un lazo con la audiencia que no se rompería por el resto de la jornada. En el disco hay canciones de remordimiento y nostalgia ("Green, green grass of home", "Send a picture of mother", "Give my love to Rose"), historias y desventuras ("Cocaine blues" y "Jackson", que contó con la genial June), y otras que calaron hondo y empatizaron con el sentimiento de su público ("25 minutes to go", "The long black veil", "The wall"), siempre con el nexo de la prisión como eje. La voz profunda de Cash proporciona un tenor especial a las letras, y conociendo sus antecedentes lo que canta adquiere un matiz único. Lo mejor del disco es la empatía instantánea que se produce entre cantante y audiencia. Un disfrute.

Favoritas: "Green, green grass of home", "I still miss someone", "25 minutes to go"

Calificación:  9/10


La cantautora estadounidense Laura Nyro no tuvo lo que llamaría una carrera muy exitosa como solista, aunque le fue mejor como compositora. Su estilo fusionaba el jazz con el folk, el soul, el gospel y el R&B para sonar decididamente pop. Otra de sus marcas eran los cambios espontáneos de tempo y las letras ciertamente progresistas ('ain't gonna tell you what I've been drinking'). Eli and the thirteenth confession (1968) tiene un poco de cada cosa: cambios repentinos de tempo -"Luckie", "Once it was alright now (Farmer Joe)""-, letras audaces -"Poverty train", "Woman's blues"-, poderosas declaraciones -"Lonely women", un gran blues-, y líneas de melancolía -"December's boudoir". Laura se acompaña con el piano para lograr una simbiosis en la que su voz sube y baja sin perder la línea. En canciones como "Eli's comin'" se percibe la influencia que Laura pudo haber tenido sobre el hip hop y "Stoned soul picnic" reconvierte el gospel en balada. Definitivamente un álbum que me sorprendió por su audacia y su swing. Un agradable descubrimiento. 

Favoritas: "Lonely women", "Sweet blindness", "Woman's blues"

Calificación:   8/10


No fue hasta su tercera colaboración con la discográfica Atlantic que Aretha Franklin pudo consagrarse como la reina del soul con el álbum que, con cierto consenso, se considera el mejor de dicha participación: Lady Soul, de 1968. Como es de esperarse, el disco arranca con dos canciones soul enérgicas y bailables -"Chain of fools" y "Money won't change you"- mientras que el blues "People get ready" muestra que Aretha no olvida las raíces gospel de su formación artística (un tema de esperanza y de culto a Dios en el que su voz brilla especialmente). Pequeños chispazos de lo que sería el ritmo dominante de fines de la siguiente década, la música disco, aparecen en canciones como "Niki Hoeky" y la fantástica "Since you've been gone". "Come back baby" está a medio camino entre el soul y el rock y Aretha decididamente domina la canción con soltura. Y por supuesto está ese acto de sinceridad que es "Ain't no way", el mejor cierre que podía tener el álbum. Otro acierto de la reina del soul, un disco encantador.

Favoritas: "Ain't no way", "(You make me feel like) A natural woman", "(Sweet sweet baby) Since you've been gone"

Calificación:  8/10


Blue Cheer es un power trio de garage (uno de tantos en esa época) que tuvo la fama de ser, en esos años, la banda más ruidosa del rock experimental. Su nombre hacía referencia a una de los ácidos más populares del momento; así era su incorrección. Su álbum Vincebus Eruptum (1968) está catalogado como su mejor trabajo. Tiene sólo 6 pistas, dos de ellas covers: "Summertime blues" de Eddie Cochran, cuyos solo de guitarras son parejos, estridentes pero no excesivos, y "Rock me baby" de B.B. King, un blues muy bien interpretado. El resto oscila entre la agonía y desesperación ("Doctor please", "Out of focus"), mientras que "Parchment farm" vaticina a los Stooges. En cuanto a su estridencia, sin dudas superaron a The Who y se anticiparon a Led Zeppelin, pero en cuanto a sus canciones no encontré aquello que hace a una banda memorable. El disco en líneas generales es nuevo para su época, pero no me convenció el combo letra-y-música. Discreto.

Favoritas: "Rock me baby", "Second time around", "Out of focus"

Calificación:  6/10


Para cuando The Notorious Byrd Brothers (1968) terminó su post-producción, David Crosby ya se había ido de The Byrds; de ahí que en la portada del álbum sólo hay tres integrantes y un caballo. Este disco, considerado el mejor de la banda con Crosby, presenta arreglos novedosos como el uso de artefactos electrónicos como sintetizadores de melodías. El resultado es ciertamente positivo: "Artificial energy" tiene poder propio, "Old John Robertson" es 60's puro, y la psicodelia adquiere nuevos matices con el agregado de dichas bases (como en "Natural harmony", "Space odyssey" o "Draft morning" que parece tener un fondo de videojuegos). El uso de temas ajenos -una de las causas del alejamiento de Crosby- es acertado, con la melancólica balada "Goin' back" (cuyo vínculo con Vietnam es inevitable) y "Wasn't born to follow", una simpática country sobre un espíritu aventurero. "Get to you" es una hermosa elegía de amor y "Change is now" suena autorreferencial y a la vez esperanzadora. The Notorious... tiene un aura de final de una etapa, tanto para la banda como para el rock psicodélico, y es uno de sus últimas y mejores codas posibles.

Favoritas: "Get to you", "Goin' back", "Old John Robertson"

Calificación:   8/10


Cheap thrills (1968) fue el primer y último álbum que marcó la participación de Janis Joplin con Big Brother & The holding Company. Esta banda tomaba mucho de los estilos de música negra, especialmente soul y blues. En este sentido, Joplin fue su arma y su alma: su potencia y su expresividad cautivaron de inmediato a la audiencia. En canciones como "I need a man to love" la música apenas puede seguirle el paso; Joplin presenta una extraordinaria facilidad para pasar de los altos a los bajos y viceversa. En "Summertime", la voz de Janis se vuelve desgarradora en medio de un blues ácido y crítico, ritmo que dicta también las notas de "Turtle blues", una poderosa declaración de principios proto-feminista. "Piece of my heart" es una sentida canción de amor y "Ball and chain" permite a Joplin desplegar su capacidad para emocionar. El estilo animado de cómic de la portada es fantástico y precursor. Buen disco, aunque no logró cautivarme; le sobraba talento a Janis Joplin en un álbum bueno pero que podría haber tenido más material. 

Favoritas: "Piece of my heart", "Ball and chain", "Summertime"

Calificación:  7/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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