1001 Albums Parte XLIV: B-52's, Holger Czukay, The Police, The Fall, Heads, Joy Division, Chic, The Undertones, Clash, Japan (1979)

24.06.2022

Tal como dice el autor, ciertamente hay algo irresistible en el sonido de The B-52's. La banda se estrenó con su debut oportunamente titulado The B-52's (1979), un disco repleto de sonido new wave e influencias de la década que llegaba a su fin. Además de voces refrescantes tanto masculina como femeninas, la percusión tomaba un protagonismo bastante raro en bandas de rock; "Planet Claire" es un ejemplo cabal de esto último. Las chicas hacen su aparición en la contagiosa y entusiasta "52 girls", un tema bien surf rock y meramente disparatado en cuanto a que no conlleva grandes ambiciones -e incluso miente con la cantidad de nombres mencionados. "Dance this mess around" lleva el disparate al siguiente nivel y con su ritmo entrecortado comienza a forjar el sonido distintivo de la banda, "Rock lobster" también tiene la impronta californiana y se maneja entre el absurdo y la sátira de la vida costera, y "Lava" es un conjunto de analogías poco sutiles sobre el sexo y la lujuria. Con "There's a moon in the sky (called the Moon)" vuelven sobre el absurdo y el disparate apoyados en una suerte de punk pop adelantado a la época, "Hero worship" es la más acorde musicalmente a la onda del momento -aunque bastante crítpica en la letra-, mientras que "6060-842" es un experimento lírico como una broma extensa, y "Downtown" una versión fresca del clásico soul-folk de Petula Clark. Un álbum con mucho potencial, un poco crudo y dejando señales de lo que sería la banda en el futuro. 

Favoritas: "52 girls", "Dance this mess around", "Hero worship"

Calificación:  7/10


El artista polaco Holger Czukay era conocido a fines de los 70' por ser el bajista -además de miembro co-fundador- del popular grupo alemán de krautrock Can. Tras el parate de la banda, Czukay decidió incursionar en proyectos personales más influenciados por otros estilos y dejando un poco de lado el kraut por el que era reconocido. Así surgió Movies (1979), su segundo álbum, una obra que deriva de su interés por musicalizar tanto las películas como los programas de televisión; esa visión sincrética de los medios audiovisuales necesitaba de la combinación de diferentes herramientas. Entonces, "Movies" se desarrolla a lo largo de cuatro pistas bastante desiguales entre sí, comenzando con la ecléctica y animada "Cool in the pool", bien apoyada en un órgano y en una base electrónica cada vez más en boga en el rock. Luego es el turno de "Oh, lord, give us more money", que parece absorber el estilo compositivo clásico aunque con un toque de decadencia, apoyado esta vez en guitarra y piano, en lo que suena como una pieza de jazz con alto nivel de complejidad (y combinando esa elegancia con numerosos efectos de sonido). "Persian love", por su parte, aprovecha lo anterior para ser una especie de pastiche entre música original y voces de artistas iraníes provenientes de la radio; el tema destaca por su refrescante simbiosis entre teclados y percusión. Por último, "Hollywood symphony" se presenta como una audaz combinación entre ritmos africanos y música electrónica. Una interesante experiencia, que podía haber dado para más...

Favoritas: "Cool in the pool", "Oh lord, give us more money", "Persian love"

Calificación:  7/10


Aunque formada inicialmente como una banda de punk, The Police se convirtieron en un par de años en la banda de rock más popular salida de Inglaterra en la última década. Liderada por el vocalista y bajista Sting -siempre de alto perfil y complicado ego-, la banda disfrutó de una corrida de éxitos consecutivos que la pusieron en un mapa en el que la new wave era la moda musical, y con la cual ellos encajaron de maravilla. Regatta de Blanc (1979), su segundo álbum, tiene la suficiente fuerza como para generar un impacto inmediato en quien lo escucha por primera vez. "Message in a bottle", de contenido pacifista y unificador, es increíblemente pegadiza, mientras que "Regatta de Blanc" es una instrumental que ilustra con nitidez la mezcla de perfiles en el trío. "It's alright for you" tiene una letra trabajada desde lo silábico e influenciada por el punk rock de los 70', "Bring on the night" está compuesta en la modalidad de reggae-rock con toques de jazz, "Deathwish" (canción algo border o pesimista) se acerca al ska y es por momentos frenética, "Walking on the moon" -pensada por Sting a partir de una amor del pasado- es jazzera y fresca, "On any other day" tiene las armonías de los 60' pero también el toque punkie, "The bed's too big without you" es un reggae sobre la soledad, y "Contact" tiene ese sonido bajo misterioso de la new wave europea. "Does everyone stare" te lleva sobre su incesante piano, y "No time this time" conserva el espíritu punk anárquico vivo. Un buen disco, al que sentí como una montaña rusa, pero con vaivenes de aburrimiento pronunciados.

Favoritas: "Message in a bottle", "On any other day", "Does everyone stare"

Calificación:  7/10


Cuando me encuentro con un título como Live at the witch trials (1979), no puedo menos que depositar una buena cantidad de expectativa sobre lo que contiene. Este álbum, el primero larga duración de la banda de Manchester The Fall, está compuesto de un puñado de canciones grabadas todas el mismo día, en la misma sesión. Su estilo puede definirse como post-punk con pequeñas dosis de new wave, por lo que se puede considerar a una banda que estaba "a la moda"; por otro lado, las letras tenían cierta predilección por temas que interesaban a los marginales. De hecho, "Frightened" -que abre el disco- es una odisea que relata los pro y los -evidentes- contras del consumo de anfetaminas. "Crap rap 2/Like to blow" es enfermiza y enfatiza en el odio a las autoridades, "Rebellious jukebox" tiene un ritmo new wave pegadizo y habla de salirse del sistema, la punkie "No Xmas for Joihn Quays" parece ser explícita sobre cómo las drogas toman el control por sobre el resto de los intereses de una persona ("Underground medicine también es denotativa respecto a eso), y "Mother - Sister!" es subversiva y deconstructiva al 'no tratarse de nada'. La explotación del trabajo industrial es el tema de "Industrial estate" (donde es más electrizante el órgano), "Two steps back" y "Futures and pasts" parecen desesperanzadas respecto de hacia dónde se dirige la sociedad, "Live at the witch trials" es un delirio teológico, y "Music scene" es cínica al arremeter contra la industria de la música. Interesante, con un sonido diferente a otras bandas de ese estilo. 

Favoritas: "Futures and pasts", "Rebellious jukebox", "Frightened"

Calificación:  7/10


Al autor del libro debe encantarle Talking Heads, puesto que sus tres primeros álbumes figuran en la nómina de los 1001 mejores. En el caso del tercero, Fear of music (1979), está enfatizado el arreglo post-producción en estudio y no se centra tanto en el momento único de la grabación. Además de la continua e incesante experimentación de su productor Brian Eno, el disco también cuenta con un grado de paranoia y persecución nunca visto en la banda. Tal es el caso de la hipnótica "I zimbra", influenciada por la poesía dadaísta y con una buena base de percusión afro. "Mind" parece buscar un sustento para seguir viviendo luego de una gran decepción, "Paper" -con el sonido clásico de la banda- juega con la analogía entre el amor y un objeto como el papel, "Cities" es una oda funky al ambiente urbano y "Life during wartime" es una pegadiza canción futurista que podría definirse como de 'punk apocalíptico'. El drama de un ser cuya salud mental se está deteriorando está muy bien plasmado en la tétrica "Memories can't wait" ("Animals" va más allá y pinta al ser hundido en la locura), en "Air" (de coros femeninos espectrales) Byrne se pone en una extraña postura ecológica, "Heaven" es un tema que puede tener varias interpretaciones pero me gusta pensar que es lo contrario de la emoción (es decir, la nada misma), y tanto "Electric guitar" como "Drugs" empujan los límites del pop experimental con su sonido fragmentado. Muy buen disco, raro como siempre, pero cumplidor.

Favoritas: "Heaven", "Cities", "Life during wartime"

Calificación:  7/10


Unknown pleasures (1979) fue el álbum debut de la banda de rock inglesa Joy Division, y contiene un estilo combinado de música acústica y eléctrica, un tono oscuro aunque no tétrico, una paleta de canciones muy sensorial, y una imagen que roza lo post-apocalíptico y lo minimalista. El primer tema, "Disorder", es una brillante exclamación de auxilio y esperanza en un mundo desangelado, "Day of the lords" es una suerte de balada metal que se mueve entre reflexiones y descripciones de destrucción y vacío (la gótica "New dawn fades" juega también con esta idea nihilista y tiene un bajo excepcional), "Candidate" se vale de metáforas para pensar la futilidad de una vida sin sentido, e "Insight" es un tema muy new wave que introduce lo que sería uno de los fuertes de la banda, los efectos de sonido distante aunque persistentes (que volverán en la sólida coda "I remember nothing"). En la memorable "She's lost control" Ian Curtis se inspira en la historia de una joven epiléptica para reflejar su propia preocupación con el mal que también a él aquejaba; "Shadowplay" retrata desde un post-punk gótico y pegadizo la decadencia inglesa de los 70', "Wilderness" es un ataque constructivo a la religión organizada, e "Interzone" es el punk post-apocalíptico definitivo del disco. Una gran obra provocada por e inspirada en la decadencia social británica surgida a partir del llamado Invierno del Descontento. 

Favoritas: "Disorder", "She's lost control", "New dawn fades"

Calificación:  9/10


A fines de los 70' comenzaba a surgir cierta movida que pregonaba que la música disco "apestaba"; si bien la disco había comenzado a hacerse repetitiva y pululaba por todas partes con música de calidad y otra de no tanta, hubo algunos casos de obras que trataron de exponer lo mejor de aquella. Una de ellas, de enorme éxito de crítica, fue Risqué (1979), tercer álbum de la icónica banda Chic. Tomando un poco de acá y otro poco de allá, el disco resultó ser de gran influencia para varios de los movimietos de la música americana posterior. Risqué abre con "Good times", un tema positivo y exultante que resalta por su impronta funky y que repercutiría en el primer hip hop; "A warm summer night" se despoja de cualquier complejidad lírica y enfatiza el aspecto sensual de una canción en forma de balada soul. "My feet keep dancing" tampoco se luce por su expresividad ya que es bastante repetitiva, pero tiene un ritmo incesante idóneo para la pista de baile. En este sentido también suena pareja "My forbidden lover", de excelente factura rítmica y con un buen coro de voces, el cual es también el punto fuerte de "Can't stand to love you", con un groove entre cansino y sensual. "Will you cry (when you hear this song)" es un lento que hace colisionar múltiples sensaciones, apelando a la melancolía, y "What about me" es la canción más compleja en términos de letra ya que habla un poco de los abusos y desengaños en las parejas. Un disco del que me queda la sensación que pudo ser más, con apenas siete canciones para degustar. 

Favoritas: "Good times", "My forbidden lover", "Will you cry (when you hear this song)"

Calificación:  6/10


Provenientes de la a menudo ignorada tierra de Irlanda del Norte surgieron The Undertones, una banda de punk-pop que devolvió la frescura y el encanto a una rama del rock que se había oscurecido de tanto anarquismo. Su disco debut, The Undertones (1979), destaca por su amplia cantidad de temas en un paquete de menos de treinta minutos de duración, toda una corrida. El revisionismo de lo juvenil está plasmado en muchas canciones, como "Girls don't like it", la irónica "Male model", "Jump boys", "I gotta getta" o la hoy icónica "Teenage kicks", mientras que la distancia generacional y incomprensión son los tema de otros como "Family entertainment", "Listening in" o la cómica "Get over you", las problemáticas sociales o culturales ("Wrong way", "Jimmy Jimmy", "(She's a) Runaround"), y el despertar del amor y el sexo ("Billy's third", "I know a girl" o "Here comes the summer", alegadamente inspirada por Ramones). Los teclados marcan el pulso de "True confessions", y "Casbah rock" cierra con una tonada al mejor estilo stone. Reediciones posteriores incluyen una buena cantidad de inéditos (como la genial "Really really") que engrosan esta enérgica y divertida entrega, que a falta de compromiso tiene un poder de seducción inagotable a pesar de su -aparente- inocencia. Gran huella para el punk. 

Favoritas: "I gotta getta", "Teenage kicks", "Here comes the summer"

Calificación:  8/10


El mayor hit en la historia de The Clash fue sin dudas "London calling", primera canción del disco homónimo de 1979, y hasta el día de hoy se mantiene como uno de los temas más icónicos del rock: de tono apocalíptico y estableciendo una lazo entre el decadente presente político inglés y la ciencia ficción, se sale del punk típico de la banda para abarcar diversos estilos. "Brand new Cadillac" es un convincente cover rockabilly de un tema de Vince Taylor, mientras que "Jimmy Jazz" es la interesante historia de un criminal de las calles en clave de R&B. El punk sin embargo sigue presente ("Hateful" y "I'm not down, aunque sólo en espíritu) y la diversificación en estilos se percibe con "Rudie can't fail" -que suena a rocksteady-, la pop y libertaria "Spanish bombs" -emotiva referencia a García Lorca incluida-, la ska "Wrong 'em Boyo" y "The guns of Brixton", primer tema netamente reggae de la banda, sobre la necesidad de rebelarse ante la inoperancia del sistema de seguridad y la depresión económica (también es reggae el cover "Revolution rock"). "The right profile" habla del gran actor Montgomery Clift, que pasó de ser galán y exitoso a desfigurado -por un accidente- y adicto, "Lost in the supermarket" es una profunda mirada sobre la tristeza que el consumismo y el dominio de la mercancía genera en el sujeto (también "Koka Kola"), pesimismo que continúa en "Clampdown", canción que analiza el fracaso del capitalismo. "Death or glory" comenta la idea algo autorreflexiva de inmortalidad musical por sobre la vejez, hay más pop en el relato del antihéroe de "The card cheat", "Lover's rock" es una clara apología al sexo seguro, rock más tradicional con "Four horsemen"y "Train in vain" fue al principio una canción escondida y coloca el broche de oro en tremendo disco. Fantástico.

Favoritas: "London calling", "Lost in the supermarket", "Train in vain (Stand by me)"

Calificación:  9/10


Luego de un par de álbumes respetables que quedaron por debajo del radar de la crítica especializada, la banda inglesa de glam rock Japan estaba lista para pegar el salto de calidad, lo cual parece haber sucedido con su tercer álbum, Quiet life (1979). Siendo uno de los últimos lanzamientos de la década (llegó a las bateras el 20 de Diciembre), el disco ofició de puente entre la década que se iba y la que llegaba; por supuesto, había que entrar a los 80' con su propio tono, y Japan viró lentamente hacia el new wave y synth-pop. La autobiográfica "Quiet life" marca el pulso de un disco comandado por la combinación de guitarras y sintetizadores; "Fall in love with me" combina los roads trips y el auto-apercibimiento, "Despair" tiene una melodía de piano solemne y mesmerizante y pide tolerancia en sus palabras, y "In vogue" canaliza suavemente el espíritu romántico que adopta la banda en este disco. Con "Halloween" Japan reaviva la esperanza de un cambio, "All tomorrow's parties" es una extraña versión del tema de Lou Reed y VU, "Alien" muestra la faceta descriptiva de David Sylvian y "The other side of life" -honda y estremecedora- es probablemente la canción más poética del disco. Posteriores reediciones incluyen curiosidades como el popular single "Life in Tokyo", con Giorgio Moroder. No está mal, pero el disco en su totalidad deja una fuerte sensación de aburrimiento.

Favoritas: "In vogue", "The other side of life", "Fall in love with me"

Calificación:  6/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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