1001 Albums Parte XLIX: The Go-Go's, Motörhead, Soft Cell, Orchestral Manoeuvres in the dark, Eno & Byrne, Black Flag, X, Psychedelic furs, The Human League, Gun Club (1981)

03.03.2023

Hay algo de Beauty and the Beat (1981) que suena increíblemente fresco, natural. El primer disco de la banda angelina The Go-Go's (formada íntegramente por chicas) tiene en sus canciones esa herencia punk y glam para un estilo entre juvenil y rebelde. Luego de un arranque muy new wave con la hoy célebre "Our lips are sealed", el espíritu punk y de liberación femenina (bordeando el bastardeado histerismo) surge con toda potencia en "How much more" y en "Tonite" -poniendo la mirada en la transformación producida en la vida nocturna. "Lust of love" refleja muy bien el movimiento post punk de los 80' con una letra muy autocrítica en torno a las relaciones de dominación en una pareja; "This town", por su parte, es una oscura mirada a las dudosas costumbres en Los Angeles, "We got the beat" un hit pegadizo (sería su mayor éxito) con el leiv motiv del título, y "Fading fast" es un asomo de empoderamiento femenino y control sobre una relación que se acaba. "Automatic" tiene un estilo de escritura fracturada en palabras casi sueltas y su intro con guitarra y voz insinúa desolación, mientras que "You can't walk in your sleep" tiene un poco de las Shirelles y otro poco de The Clash en ese golpeteo incesante y a la vez femenino y dulce. "Skidmarks on my heart" habla del tipo de violencia de pareja por omisión, es decir, de la progresiva negación de cariño, y "Can't stop the world" es desafiante y motivadora de cara a los obstáculos que el mundo impone. Si faltaba alguna prueba allá por 1981 de que las chicas solas podían rockear, he aquí una gran prueba. 

Favoritas: "How much more", "Automatic", "Can't stop the world"

Calificación:  9/10


El apropiadamente denominado speed metal, surgido de la comunión del punk rock y el heavy metal, pocas veces estuvo tan bien representado como en No sleep 'til Hammersmith (1981), primer álbum en vivo de la banda británica Motörhead. La fuerza con la que "Ace of spades" da comienzo al disco sólo puede avisar que se viene una estampida rockanrrolera sin precedentes. La interpretación de cada tema parece surgida de una invocación mediada por sustancias, y es que se ha reconocido que el alcohol ha sido una gran influencia en la creación del disco. "Stay clean" es contundente sobre los coqueteos con la ley, "Metropolis" tiene un dejo apocalíptico y un desinterés devastador sobre el futuro de la humanidad, y "The hammer" -bastante oscura, por cierto- te lleva por un camino vertiginoso que parece no tener freno. El estilo de vida acelerado y desbocado está plasmado en "Iron horse", mientras que "No class" -canción que alude a la cantante punky Wendy Williams- posee un riff pegadizo. La voz rasposa de Lemmy Kilmister domina el sonido, y los otros instrumentos parecen tocados en estado de trance. "Overkill" es ruda y desafiante hasta los extremos, "(We are) the roadcrew" compendia un puñado de malos hábitos y comportamientos cuestionables con un tono algo autorreferencial, y en "Capricorn" el protagonista se jacta de su soledad como un bien preciado. "Bomber" es una canción sobre la guerra pero también sobre el bombardeo como un trabajo mecanizado y deshumanizador, y "Motörhead" cierra el disco con toda potencia. Buen disco, algo sucio en su sonido pero agresivo en un buen sentido. 

Favoritas: "Stay clean", "Ace of spades", "Capricorn"

Calificación:  7/10


Efímera fue la existencia del dúo inglés de synth-pop Soft Cell; sin embargo, se han reunido en incontables ocasiones, pero ya sin la continuidad de sus primeros años. Non-stop erotic cabaret (1981), su álbum debut, contiene los elementos que marcarían su carrera posterior; esa necesidad de comentar sobre temas tabú, la mezcla de sonidos disímiles, como lo electrónico con otros instrumentos como el saxo (en la verbal y expresiva "Frustration" al inicio) y el clarinete (en la oscura y algo perversa "Seedy films", con coros muy sensuales). La versión del clásico de Gloria Jones "Tainted love" es audaz y muy original, cambiando la tonalidad de la artista con el acento bajo de Marc Almond y reemplazando todo instrumento musical con sonidos de sintetizadores. "Youth" parece envuelta en un magro pesimismo, y una voz con un dejo de tristeza. Totalmente nocturna es la camp "Sex dwarf", cargada de masoquismo y con una voz altamente sexualizada; "Entertain me" -con una melodía post-punk- va por el mismo camino en la busca de generar satisfacción de la libido, "Chips on my shoulder" apunta con el dedo a varios problemas de la cotidianeidad suburbana como la miseria y la auto-indulgencia, y "Bedsitter" refleja el sentir de las almas que pasaban el rato en los clubes nocturnos londinenses. El estilo vaudeville o de cabaret aparece en cuentagotas en "Secret life", mientras que el cierre es con "Say hello, wave goodbye", una gran balada soft que también reflexiona sobre el dolor y la soledad. Sin ser excepcional, el acompañamiento instrumental es justo y no abruma. Buen disco.

Favoritas: "Say hello, wave goodbye", "Frustration", "Tainted love"

Calificación:  7/10


Evidentemente, el synth pop estuvo muy de moda durante la primera mitad de la década del 80'. Architecture and morality (1981) es el tercer álbum de la banda británica Orchestral Manoeuvres in the Dark; el trabajo está fundamentalmente erigido sobre bases de programación y sintetizadores. El disco comienza con un mensaje alentador que al mismo tiempo suena a grito de súplica hacia un dios que no se sabe si escucha, en "The new stone age", por otra parte con un ritmo fresco. "She's leaving" tiene un aire post-punk y una base repetitiva que clama relajación, y la voz suena muy parecida a la de las grandes bandas pop del momento. "Souvenir" se presenta como una guía de instrucciones sobre el futuro próximo personal; el tema es recordado por haber usado un motivo electrónico en lugar de coros, dándole un efecto feérico interesante. Con "Sealand" la banda se aproxima a Eno y a ese sonido ambiente tan característico, aludiendo aquí a la melancolía y al aislamiento. La emotiva melodía de "Joan of Arc" -obviamente remitiendo a la mítica guerrera- es uno de los puntos más enérgicos del disco, mientras que "Joan of Arc (Maid of Orleans)" es introducida mediante ruidos que generan tanto incomodidad como displacer, dando lugar a un sonido más industrial que la anterior. "Architecture and morality" parece la banda sonora de un grupo sectario, con abundantes efectos de programación que recuerdan a lo industrial (otra vez); con "Georgia" el mood cambia 360° y hasta se asemeja a un cántico de cancha, y "The beginning and the end" otorga algo de solemnidad al cierre. Extraño, correcto pero un tanto aburrido. 

Favoritas: "She's leaving", "Georgia", "Souvenir"

Calificación:  6/10


La combinación del siempre innovador de Brian Eno y la creatividad desbordante de David Byrne podía, potencialmente, producir algo nuevo. My life in the bush of ghosts (1981) es definitivamente algo diferente. Por separado, ya habían dado muestras de adónde los podía llevar la libertad creativa. El álbum es un llamativo cóctel de ritmos africanos, música electrónica y sampleos. La primera canción, "America is waiting", da cuenta de esa imperiosa necesidad de convertir una pista musical en algo distinto; con un sonido de base que remite a armonías originarias de Medio Oriente, "Mea culpa" también contiene un fraseo casi incomprensible que suena espectral. Hay una explicación coherente, y es que esas voces fueron extraídas de diferentes medios artísticos de aquella región. En "Regiment", la influencia oriental es más vívida ya que es liderada por la voz hipnótica de la cantante libanesa Dunya Younes (presente también en "The carrier"). "A secret life" es otro tema con esa tendencia, encabezado por la voz sampleada de Samira Tawfiq. "Help me somebody" posee una de las mejores combinaciones en la frenética base de percusión afro y la voz intermitente de un famoso pastor bautista afroamericano; "The Jezebel spirit" (con un ligero aire dub) no fue bien recibida ya que se le acusó de trivializar un episodio de exorcismo supuestamente real. Mientras que "Very very hungry" es algo desconcertante -y tétrica-, "Moonlight in glory" suena bastante simple y repetitiva. Finalmente, "Come with us" parece creada por una banda de robots (mucho efecto de interferencias radiales), en tanto que "Mountain of needles" tiene ese tono enigmático que proviene de lo desconocido. No ha sido la mejor de las experiencias, en mi caso.

Favoritas: "Help me somebody", "Regiment", "Mountain of needles"

Calificación:  5/10


Cuando se habla sobre el origen del hardcore punk, el álbum Damaged (1981) de la banda californiana Black Flag suele ser citado como un precursor destacado. Al escucharlo, se entiende el por qué. Con un inicio más bien punky en "Rise above", la brevísima "Spray paint" marca el camino del hardcore rápido y fugaz, además de una letra salvaje. El ritmo acelerado y el sentimiento nihilista son el sello de "Six pack", mientras que sentimientos encontrados son los que carga la voz de la experimental "What I see". "TV party" es ambigua, aunque es notoria su dosis de cinismo ante el vaciamiento de contenido en los medios; "Thirsty and miserable" es negativa y desordenada, en tanto que "Police story" apunta agresivamente contra las fuerzas de seguridad y su abuso de poder. El sonido hardcore se fusiona con el punk más tradicional en la exigente "Gimme gimme gimme", y "Depression" suena a grito agónico -en la misma línea, "Room 13" es un pedido desesperado de salvación de una persona que parece sufrir un daño emocional severo. Esa inestabilidad emocional está bien retratada en la confusa "Damaged II". "No more" tiene un inicio hondo y prepara al oyente para la increíble cabalgata que viene a continuación, "Padded cell" parece el manifiesto de un paranoico en contra del mundo, "Life of pain" ofrece la mirada opuesta desde alguien que observa la autodestrucción, y "Damaged I" es una canción sobre un ser que superó dicha fase y que está 'más allá de todo'. Aunque interesante en su concepción, el disco me resulta algo envejecido y la distorsión de voces y guitarras por momentos distrae. 

Favoritas: "Six pack", "Rise above", "Life of pain"

Calificación:  6/10


Y sí, existe una banda cuyo nombre es X. Wild gift (1981), segundo trabajo de esta formación angelina, es una buena combinación de romance y punk. Ya desde el principio con "The once over twice", se revela la intención de un sonido fresco y limpio, lo cual no era común en el subgénero. "We're desperate" -crítica al materialismo- se parece al hardcore punk pero su sonido es tan claro que se aleja de la agresividad de este. En "Adult books" X demuestra su versatilidad al acercarse al rock pop, y equiparando a las revistas para adultos -como una construcción- con la hipocresía y la falsedad de las personas. "Universal corner" tiene un significado que se me escapa, pero bien podría referirse a una persona intergénero. La voz líder de Exene nunca estuvo más parecida a la de Blondie como en "I'm coming over" (aunque en "Beyond and back", sobre disputas matrimoniales, suena parecida), llena de empoderamiento sexual femenino; "It's who you know" es demasiado gentil para ser punk, y se puede leer en clave romántica con toda seguridad. En las antípodas, "In this house that I call home" refleja en pocas frases el estilo de vida alocado, desenfrenado y despreocupado, en tanto que "Some other time" alude a la incertidumbre del futuro más próximo. "White girl" -sobre un supuesto romance del líder John Doe (qué apropiado...)- suena muy en la línea post-punk y su letra tiene momentos bastante oscuros. Del resto, "Back 2 the base" preaunció a No Doubt, "When our love passed out on the couch" describe rápidamente una relación tóxica y "Year 1" es un cierre espectacular y un llamado a la revolución. Un grato descubrimiento.

Favoritas: "It's who you know", "The once over twice", "Adult books"

Calificación:  7/10


Parte integral de la transición británica hacia el post-punk y el glamour pop son la banda local The Psychedelic Furs. Talk, talk, talk (1981) fue su segundo álbum, y en él se aprecia ese acercamiento desde un estilo art hacia algo que intentara ser más comercial. Aunque con un ritmo algo entrecortado, "Dumb waiters" reflejaba según ellos el estilo frenético que la banda imprimió en los recitales. "Pretty in pink" (años después popularizada en la película homónima) es una bocanada fresca de pop y rock clásico, y alegadamente fue inspirada por dos chicas reales, a la vez que discute sobre el lado oscuro de las relaciones; de acá el salto es vertiginoso hacia la punky "I wanna sleep with you", también dotada de frenesí y paranoia. La incomunicación sería el tema de la nihilista "No tears", mientras que "Mr. Jones" critica la idealización del romance y de las relaciones idílicas por parte de los medios masivos ("It goes on" va por esta línea criticando los fracasos en las parejas y "So run down" trata las relaciones como ataduras); de esto último la banda toma distancia con la post-punk "Into you like a train", abogando por las relaciones carnales sin necesidad de amor. "All of this and nothing" es angustiante y lamenta algo que se terminó, y "She is mine" suena a despedida, y su sonido pop es suave y delicado. Un disco muy a tono con la época, aunque con una voz líder más apropiada para el grunge. Buen disco.

Favoritas: "Pretty in pink", "She is mine", "No tears"

Calificación:  7/10


Tercer álbum en el historial de la banda británica The Human League, Dare! (1981) muestra un sonido pop con sintetizadores cuyo estilo se aleja un poco de lo experimental o avante garde y se ancla en el mood pop de la época, probando que ese nexo sería muy potable para tener mayor llegada al público; dos de sus integrantes habían abandonado la banda y fueron reemplazados por dos mujeres. De concepción simplista, "The things that dreams are made of" es una oda pop a los pequeños placeres de la vida. "Open your heart" es una invocación a las mejores intenciones y a la visión de un futuro positivo, "The sound of the crowd" tiene ciertamente una melodía pegadiza aunque algunas líneas de dudosa reputación, y "Darkness" posee una concepción interesante puesto que se inscribe en un estilo de pop gótico, tanto por la letra como por la desconcertante melodía. De corte provocador y con una base rítmica tribal que recuerda un poco a los videojuegos de arcade, "Do or die" es desafiante pero también melodiosa; "Get Carter" es un breve intermedio que baja los decibeles, "I am the law" pide prestado un clímax similar al de trabajos previos y habla de un agente policial retando a un criminal, y la excelente y morbosa "Seconds" comprime en casi 5 minutos la sensación de reincidir en un asesinato. En el cierre, "Love action (I believe in love)" destila glamour y sensualidad a la par de un ritmo clásico de sintetizador, mientras que "Don't you want me" es un diálogo nítido entre dos personas cuya relación ha alcanzado un pico de tolerancia. Bastante mejor de lo que esperaba, considerando que había escuchado poco y nada de la banda.

Favoritas: "Open your heart", "Seconds", "The things that dreams are made of"

Calificación:  7/10


The Gun Club fue una sonora irrupción en la escena punk californiana. Su álbum debut, Fire of love (1981), ofrece interesantes retoques a la clásica rebeldía y atrevimiento del movimiento social tan en boga años atrás. "Sex beat" marcó tendencia y seguidores que luego formarían diversas bandas de garage (lo mismo va para "Fire spirit"), entre las que destaca The White Stripes. "Preaching the blues" combina la base punkie con una voz que recuerda al rock & roll afroamericano de los 50' que tanto arengaba al público, todavía de trajes; su fusión -especialmente los altibajos tonales- fue recibida con mucho entusiasmo por la crítica. "Promise me" es un experimento en mood con fuertes influencias de jazz (así como "Cool drink of Water Blues" rememora el viejo blues), "She's like heroin to me" derriba varios tabúes al mismo tiempo y recuerda un poco al country rock de décadas anteriores, y "For the love of Ivy" tiene una letra bastante polémica ya que, además de aludir a una canción antigua, usa un vocabulario que hoy resultaría ofensivo si se lo saca de contexto. "Ghost on the highway" describe los matices de una relación con una femme fatale, "Jack on fire" está en línea con el resto del álbum en cuanto a su sexualidad sugerida, "Black train" destaca por la versatilidad en la voz de Jeffrey Lee Pierce, y "Goodbye Johnny" cierra con un rock de carretera que refiere a la necesidad de limpiarse de las adicciones. Diferente dentro del subgénero, lo cual se agradece.

Favoritas: "She's like heroin to me", "Sex beat", "Fire spirit"

Calificación:  7/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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