1001 Albums Parte XLVI: The Damned, G. Numan, Specials, Adam and The Ants, Dexy's Midnight Runners, AC/DC, Cramps, Dead Kennedys, P. Gabriel, Soft Boys (1979-80)

18.09.2022

Tras un par de años de búsqueda, la banda londinense The Damned consiguieron el sonido que buscaban con Machine gun etiquette (1979), un disco ruidoso y algo pretencioso. El disco abre con "Love song", una canción romántica de punk rock simple y concisa, para pasar a la áspera "Machine gun etiquette" (tosca y cambios bruscos en los tiempos musicales, al igual que con "Noise, noise, noise" que contó con la voz de Joe Strummer de The Clash), luego la melancólica y penosa "I just can't be happy today" -con un toque teatral típico del rock británico-, la anecdótica "Melody Lee" (inspirada por un cómic llamado Bunty), y la ácida "Anti-pope", esta última crítica con el status de la religión occidental la cual linkea con el poder económico liberal. "These hands" tiene un sonido circense algo bizarro y su letra es algo surrealista, mientras que "Plan 9 channel 7" es un ingenioso homenaje a Vampira y su personaje en la recordada película de Ed Wood. "Looking at you" habla de cómo puede una persona ayudar a otra a salir de su oscuridad, "Liar" es puro nihilismo y descreencia en las voces dominantes de la sociedad, y la pop-punk "Smash it up" -dividida en dos partes, la primera instrumental-, se convirtió con el tiempo en el tema más icónico de la banda. Aunque algo pesimista en el tono antisocial, un buen disco punk que sostuvo al subgénero por más tiempo del pensado. 

Favoritas: "I just can't be happy today", "Love song", "Plan 9 channel 7"

Calificación:  7/10


Hay ocasiones en las que un disco lleva impregnado en su sonido el reflejo del mundo en el que fue creado; The pleasure principle (1979), álbum debut del músico inglés Gary Numan (previamente líder de la banda Tubeway Army) tiene esa música que suena a la vez futurista, posmoderna, eléctrica y deshumanizada. El comienzo con la instrumental "Airlane" es parejo y destaca por el uso de varios teclados combinados desarrollando su motivo principal. "Metal" es una interesante canción new wave con un androide expresando sus angustias en primera persona, "Complex" es un tema lento y electro que problematiza cierto complejo de paranoia ('Don't let them see me'), y "Films" tiene una base muy de krautrock y un estilo repetitivo y sincopado que ha sido relacionado posteriormente con el hip hop. De "M.E." (siglas para Ingeniería Mecánica) impacta la mirada subjetiva desde la última máquina sobre la Tierra, "Tracks" -cóctel de power pop y electrónica- deja una enorme sensación nihilista, la música mecanizada de "Observer" parece haber sido creada por una inteligencia artficial, y "Conversation" me parece una muy buena muestra de cómo el estado posmodernista alienta el deterioro de la memoria y de la coherencia verbal. La pop "Cars" fue el mayor éxito de Numan y describe a los autos como un universo singular de poder y transformador, y "Engineers" (también con la mirada puesta sobre en una sociedad futura hiper-tecnologizada) cierra con un sonido galáctico y una batería que hipnotiza. Interesante, sin dudas.

Favoritas: "Metal", "Complex", "M.E."

Calificación:  7/10


Tras el éxito del single con que debutaron ("Gangsters"), The Specials estaban listos para lanzar su primer álbum. Specials (1979) retoma canciones de otros artistas para resignificarlas en un contexto socio-político agitado y de fuertes cambios en Gran Bretaña. Con un sonido esencialmente "negro" -según lo definían por entonces- que rescataba al reggae y al ska e identificándose con las problemáticas urbanas, el disco resultó una enorme influencia, especialmente para el rock alternativo latinoamericano (Cadillacs y Pericos principalmente). La reggae "A message to you Rudy" va dirigida a esa juventud de las calles que necesita recuperarse antes de perderse del todo; "Do the dog" refleja la influencia punk pero está más cerca del ska, aunque esa combinación le dio cierta originalidad. "It's up to you" intenta mostrarse revolucionaria, "Nite klub" tiene una intro interesante para luego saltar al ska-punk, "Doesn't make it alright" alienta al oyente a resistir ante el racismo y la discriminación (con una melodía a lo Marley), y "Concrete jungle" es una cruda interpelación a la violencia en las calles (reflexión también presente en "Too hot"; "Blank expression" también deja una sensación de vacío e inseguridad urbana). Luego está "Monkey man", uno de los temas más emblemáticos de la historia del ska, una divertida descripción de un hombre que ve a su ex irse con otro. "(Dawning of a) new era" combina con éxito varios estilos, desde el rock hasta el bluebeat, "Stupid marriage" y "Too much too young" están basadas en clásicos jamaiquinos de los 60', "Little bitch" convoca el movimiento de piernas como "Revolution rock" de The Clash y "You're wondering now" sorprende por la armonía de su extrema simpleza. Qué decir... tremendo disco e influencia en lo que he escuchado durante mis años mozos.

Favoritas: "Monkey man", "A message to you Rudy", "You're wondering now"

Calificación: 9/10


En 1980 la banda londinense Adam and The Ants se sacó de la galera un segundo álbum que, según catedráticos de la materia, resultó el último clavo en el ataúd del punk. Con el comienzo de una nueva década, Kings of the wild frontier (1980) es un entretenido experimento de sonidos dispares y alocados, cuyo principal objetivo fue crear algo nuevo pero que, fiel a la estética posmodernista imperante, fuera un pastiche de un montón de cosas que ya existían en la música. Desde el comienzo llama la atención de la presencia de los percusionistas de Burundi a los que Adam hizo famosos; "Dog eat dog" (nacida de una cita de la Tatcher) refiere a la feroz competencia, "Antmusic" critica las desigualdades y desventajas sociales, la rocker "Feed me to the lions" tiene varios riffs familiares, y "Los Rancheros" es una mezcla de spaghetti western, surf rock y experimento vocal (esto último marca a la oda pirata "Jolly Roger"). La banda se inserta en la movida new wave urbana con "Ants invasion" (con un riff a lo Misión imposible), la base de percusión es el motor de la estrambótica "Killer in the home", y "Kings of the wild frontier" (otro homenaje con pequeñas cosas de Morricone) ilustra muy bien lo que su guitarrista Marco Perroni define como canciones que describían imágenes múltiples de la cultura popular. La emocionante "The magnificent five" parece la típica canción de garage y rebosa de energía; "Don't be square" muestra un buen manejo del power pop, "Making history" suena a himno y dice mucho con poco, y "The human beings" es un llamada a la inclusión de los nativos. Un disparate sincronizado y electrizante; muy divertido. 

Favoritas: "The magnificent five", "Feed me to the lions", "Ants invasion"

Calificación:  7/10


Aunque provenientes del circuito punk e influenciados por el soul reciente, la banda de Birmingham Dexy's Midnight Runners se hicieron populares por cultivar un estilo propio y que retoma varias influencias de diferentes ritmos internacionales. Desde el comienzo con "Burn it down" -donde se cita a figuras de la cultura irlandesa como Oscar Wilde y y George B. Shaw- se critica ávidamente el desinterés y la ignorancia de la juventud respecto de la norma literaria imperante; esa ira contenida se expresa en la melodiosa "Tell me when my light turns green" como el grito de una juventud atravesada por la depresión, "The teams that meet in caffs" tiene unos arreglos apropiados para un soul nocturno instrumental, y la blusera "I'm just looking" llama la atención por su letra primero susurrada y luego llorada. Encabezada por la sección de vientos, "Geno" es un homenaje al cantante soul Geno Washington, "Seven days too long" una anécdota amorosa en clave de beat-soul, "I couldn't help it If I tried" es un blues sufrido pero épico, "Thankfully not living..." es muy new wave como un rockabilly adaptado a los 80', mientras que "Keep" pide no perderse en la sociedad y mantener tu propia personalidad. En el cierre se presenta una suerte de carta en dos partes: "Love, Pt. 1" es un poema bien acompañado por el saxo, y "There there my dear" una pop-soul que que dispara referencias y le pega a la falsa escena musical de esa época. Con un estilo particular en las voces, el disco acierta en las variaciones musicales. 

Favoritas: "I couldn't help it If I tried", "Tell me when my light turns green", "There there my dear"

Calificación:  7/10


Como dicen muchos críticos, Back in black (1980) representa uno de esos casos en los que un suceso trágico fue reconvertido éxito musical. El vocalista de AC/DC Bon Scott murió repentinamente a causa de intoxicación con alcohol, y el séptimo álbum de estudio de la banda de heavy metal australiana contó con quien sería el vocalista de la formación, Brian Johnson. El hondo tañir de campanas introduce a  "Hells bells", un rock de tono viril y confiado, tono que continúa con "Shoot to thrill", más agresiva y sensual. "What do you do for money honey" baja en intensidad musical pero Johnson no baja sus decibeles, y los coros son muy pegadizos; "Givin the dog a bone" gira sobre la idea de la mujer como objeto de deseo y dominante, mientras que "Let me put my love into you" -de gran riff- es muy sexual y no se guarda nada a la imaginación, y "Have a drink on me" tiene un estilo que interpela al espectador a cantar con ellos. El tema que se roba el espectáculo es obviamente "Back in black", sostenida por un riff de guitarra memorable y un sentido homenaje a su cantante fallecido, de quien se dice tomaron la inspiración para la pegadiza "You shooke me all night long". "Shake a leg" es una travesía en sí misma por los cambios de tempo que contiene, y hace referencia a la violencia urbana y a la rebeldía callejera, y "Rock and roll ain't noise pollution" es otra balada potente en clave de blues rock. Otro sólido trabajo de AC/DC, digno del panteón del heavy metal.

Favoritas: "Back in black", "Rock and roll ain't noise pollution", "Shoot to thrill"

Calificación:  8/10


Hay algo atractivo en la música de The Cramps. Quizás sea su puesta de sonido teatral, o las múltiples referencias y homenajes a la cultura de décadas anteriores, o bien su performance de trash y garage. O tal vez su estilo camp y cercanía al horror más popular y de mitos. Lo cierto es que Songs the Lord taught us (1980) comprende un cuerpo de canciones que mesmerizan y que mueven al mismo tiempo. "TV Set" retrotrae a la época de las cajas de tv de los 50', mientras que "Rock on the moon" es un intenso rockabilly -también lo es la esquizo "The mad daddy" y la festiva "Tear it up"- que alude a la carrera espacial. "Garbageman", un power rock desafiante, apunta contra la música contemporánea -o tal vez hable de un dealer; lo cierto es que no le falta osadía. "I was a teenage werewolf", sobre la desfachatez juvenil, prueba que pueden salirse de la norma con un blues rock; "Sunglasses after dark" tiene una guitarra violenta y que se empareja muy bien con la batería y la voz, "Mystery plane" es un relato de ovnis cercano al punk, y "Zombie dance" uno de esos temas que aspiran, por la letra y el ritmo pegadizo, a volverse tendencia. La imaginería de horror camp continúa con la divertida "What's behind the mask" y con la irónica "Strychnine". Finalmente, "I'm cramped" es una suerte de ensayo de punk con casi nada de letra, y con "Fever" se dan un gustito al hacer el clásico blues popularizado por Elvis. Atractivo, entretenido, algo desordenado pero un buen álbum en líneas generales. 

Favoritas: "Rock on the moon", "Tear it up", "Sunglasses after dark"

Calificación:  7/10


Si buscás desfachatez y actitud desafiante contra el republicanismo incipiente de principios de los 80', Dead Kennedys es tu banda. Con su álbum debut Fresh fruit for rotting vegetables (1980), la banda punk californiana sentó las bases para su descontrolado punk rock de letras ácidas y satíricas. Con "Kill the poor" ironiza sobe la idea equivocada del progreso -materializado en las bombas- como marca de mejoría social, "Forward to death" deja de lado la ironía y es una queja áspera sobre el mundo contemporáneo (al igual que la agresiva "Drug me" o "Ill in the head"), "When ya get drafted" satiriza la guerra como un negocio ("Chemical warfare" va por el mismo lado, asimilando las armas químicas a herramientas de coerción) y "Let's lynch the landlord" es un grito de rebelión. "Your emotions" pone el dedo en la llaga de la cultura cristianizada, "California über alles" es una sátira feroz sobre el por entonces gobernador de ese estado, "I kill children" una inteligente conexión entre violencia extrema y conservadurismo, y "Stealing people's mail" un punk psicótico y desenfrenado. Dead Kennedys eran especialistas en graficar los efectos de la violencia gubernamental y mediática como en "Funland at the beach", y en conjugar imágenes disímiles de diversión y horror como en la pesada "Holiday in Cambodia"; "Viva Las Vegas" es una versión de un tema de Elvis, nuevamente. Heredero del sonido de los Sex Pistols pero con un buen contenido lírico y una -no tan- fina disección de la violencia estatal, tanto militar como socio-política.

Favoritas: "Kill the poor", "Holiday in Cambodia", "Let's lynch the landlord"

Calificación:  7/10


Como bien sugiere su portada, Peter Gabriel III (1980) -también conocido como Melt- es un álbum sobre conflictos identitarios y sobre alienación. El tercer disco solista del ex-Génesis apuesta por un sonido entre new wave y electrónico, aludiendo con efectos a lo industrial y mecanizado. La asfixiante y enigmática "Intruder" abre con un profundo y hondo golpe de batería por parte de Phil Collins, un sonido que se volvió la referencia de ese tema; además, el solo de xilofón es refrescante. "No self control", con un motivo que prefigura el electro rock, es un tema que desborda ansiedad y desesperación. Luego de "Start", instrumental tranquila guiada por un saxo, "I don't remember" juega con la ausencia de identidad y la desconfianza ante los demás, "Family snapshot" advierte sobre la alienación que produce la proliferación y sobre-producción de imágenes (en relación a un crimen ocurrido años atrás), y "And through the wire" también gira sobre la desconfianza en la información. El disco tiene un estilo avant-garde, respira experimentación y busca un sonido nuevo que mute a partir de otras cosas ya escuchadas; "Games without frontiers" -lo mejor del disco- se anima a un comentario anti-bélico, analogando los conflictos internacionales a juegos de niños. "Not one of us", con un estilo new wave más acorde a lo que estaba sonando, habla otra vez sobre identidad y otredad, "Lead a normal life" evoca paisajes escapistas y formas de vida diferentes, y "Biko" (con un hermoso coro y base africana) remite al activista anti-apartheid asesinado Steve Biko. Un experimento no muy fructífero, pero sin dudas una travesía interesante.

Favoritas: Games without frontiers", "I don't remember", "Biko"

Calificación:  7/10


Como ya he dicho otras veces, cada tanto me encuentro con un disco que me saca del letargo en que me envuelven otras obras no tan sorpresivas; he aquí el caso de Underwater moonlight (1980), segundo álbum de la banda inglesa The Soft Boys. El resabio de la psicodelia del rock sesentoso se combina con un post-punk arreglado y con migajas de folk rock de años anteriores, para crear un combo no tan original pero sí pegadizo y fresco. "I wanna destroy you" no se pierde en poesía y es agresiva y contagiosa; "Kingdom of love" -de tono cósmico y espiritual- captura la esencia del folk rock de los 60' y le añade guitarras tipo new wave. "Positive vibrations" suena a oxímoron puesto que choca su estilo punk con su letra pacifista, "I got the hots" le pone humor a un pesado R&B (el tono grave en la voz de Robyn Hitchcock es muy bueno), "Insanely jealous of you" muestra la capacidad del vocalista para expresarlo todo a gran velocidad -como Dylan- y el histrionismo en las guitarras distorsionadas, y en "Tonight" el bajo marca el pulso para un tema muy new wave, a tono con el tono reflexivo de los 80'. No falta el toque de R&R ("You'll have to go sideways", instrumental), una pizca de rock alternativo y experimental (la picaresca "Old pervert"), el pop rock estilo beatle ("Queen of eyes") y el sonido modernista y pseudo-industrial de la -ahora sí- poética "Underwater moonlight". Arranca con todo, decae un poco en el medio y levanta hacia el final, pero en general es un disco enorme, oculto para el oído masivo. Recomendado.

Favoritas: "I wanna destroy you", "Positive vibrations", "Underwater moonlight"

Calificación:  8/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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