1001 Albums Parte XLVII: The Cure, Echo and The Bunnymen, Motörhead, Killing Joke.. (1980)

18.10.2022

Difícilmente se pueda encontrar una banda más representativa de la década del 80' que The Cure. Tras debutar el año anterior con un disco, su segunda entrega fue Seventeen seconds (1980), una rápida muestra de lo que vendría en años subsiguientes. El arranque no podría ser más solemne con la instrumental "A reflection". "Play for today" introduce el típico estilo Cure con un cuerpo musical minimalista, guitarras que comandan el pulso y letras que expresan con sencillez el estado emocional propio de una generación buscando un camino. "Secrets" tiene algo de cyberpunk aunque con una melodía pop extrañada; ese sonido enigmático se prolonga en "In your house" (con un bajo soberbio), en un punto crítica del establishment y de la vida con lujos, la instrumental "Three" destila una sensación de work-in-progress, y la breve "The final sound" lleva el extrañamiento al siguiente nivel. Con "A forest" consiguieron su primer hit, y es fácil notar el por qué: su melodía post-punk sumerge al oyente en su estilo gótico y extrañado (con ecos lejanos). El tema pop "M" refiere directamente a una ex novia de Robert Smith, mientras que "At night" es otra canción lúgubre y nocturna que define a su rock gótico, y "Seventeen seconds" (con un riff eternamente repetitivo) carga con esa determinación del final de una etapa. Un álbum por debajo del nivel general de la banda, pero aún así una propuesta diferente y disfrutable. 

Favoritas: "Play for today", "A forest", "Seventeen seconds"

Calificación:  7/10


Con una portada tan fascinante, sólo se puede esperar un buen material dentro. Crocodiles (1980) fue el álbum debut de la banda post punk de Liverpool Echo and The Bunnymen. Con un estilo despreocupado y enigmático y letras como rompecabezas, su primer trabajo resultó atractivo. "Going up" refleja el vaciamiento de contenido, con una letra críptica y un sonido que deconstruye el estilo pop. La idea del mundo como un escenario en el cual estamos siendo observados constantemente es en parte el tema de "Stars are stars", "Pride" pasa revista sobre las presiones de éxito o las expectativas que se ponen en una persona, "Monkeys" es otra canción críptica comandada por una buena melodía de guitarra, y "Crocodiles" se instala en la onda new wave con un sonido que privilegia las guitarras. "Rescue", que había salido previamente como sencillo, discute la pérdida de perspectiva sobre un porvenir propio, "Villiers terrace" arroja otra mirada estática (esta vez acerca del barrio) de una vida sin perspectivas -genial el acompañamiento del piano-, "Pictures on my wall" los define como observadores pasivos del contexto, aunque "All that jazz" tiene un tono crítico y agitador. Finalmente, "Happy death men" se coloca en una postura lúgubre y y gótica. "Do it clean", que sólo aparece en la edición británica, es un tema algo más exultante que el resto. La voz de Ian McCulloch es atractiva y el estilo musical representa muy bien el inicio de los 80'. Un debut auspicioso, sin dudas.

Favoritas: "Crocodiles", "Rescue", "Villiers terrace"

Calificación:  7/10


El inicio de Ace of spades (1980), el cuarto álbum de estudio de la banda londinense Motörhead, tiene todo lo que el heavy metal debería ser: potencia, energía, velocidad y una clara manifestación de mito y eternización (también se palpa ese espíritu en la muy buena "Live to win"). Ese estilo speed metal característico de la banda se explaya en "Love me like a reptile", la cual carga con un alto contenido sexual -al igual que la bastante obvia "Fast and loose". "Shoot you in the back" y "Fire, fire" (con un impresionante solo de guitarra) se valen de metáforas relacionadas con el lejano oeste y con el uso del fuego para hablar de la confianza y la traición; en "(We are) the roadcrew" se muestra el orgullo de la banda de ser miembros de esa cofradía de ruta que permite el rock, en tanto que "Jailbait" camina en la cuerda floja de la pedofilia al hablar de una chica posiblemente menor a quien tiene en su camerino. "Dance", canción especial para levantar a una audiencia letárgica, es más simple pero justamente por ello más efectiva, mientras que "Bite the bullet" mezcla hard rock y punk para una canción de desamor áspera aunque sólida. Hacia el final, "The chase is better than the catch" se opone a "Jailbait" sosteniendo la caballerosidad por medio de metáforas, y "The hammer" es un tema violento y gráfico, un cierre adecuado para un disco que desborda energía. El metal no es lo mío, pero este álbum merece el crédito que se le adjudica.

Favoritas: "Ace of spades", "Live to win", "Dance"

Calificación:  8/10


Nacida al mismo tiempo que el nombramiento de Margaret Tatcher como Primera Ministro de Reino Unido, la banda inglesa Killing Joke surge como representación de los tiempos férreos y conservadores que asomaban en la década que acababa de comenzar. Su álbum debut, Killing Joke (1980), es áspero y oscuro. "Requiem" abre en tono de rock gótico y con un par de frases entre nihilistas y de desesperanza; "Wardance" es liderada por una voz agria que produce un alto grado de alienación (la cual es el tema de la punkie "Complications"), y su ambientación post-punk busca eliminar toda preocupación y dejar sólo la música. La sensación de extrañamiento aumenta con "Tomorrow's world" y "S.O.36", ambas fragmentarias y con sonidos completamente disímiles, además de letras apocalípticas y opacas. "Bloodsport" es totalmente instrumental y su estilo tecno -con un incesante riff de fondo- resulta pegadizo, mientras que la punk-rock "The wait" (versionada por Metallica) carga contra la falsa información y las imposturas sociales. "Primitive" recurre a una base repetitiva y constante para una letra que conecta de manera freudiana con los instintos más básicos, y "Change" continúa por esa senda, construyéndose a partir de frases hiper-cortas y riffs casi indiferenciables, además de ecos y una sensación de repetición eterna. Un álbum que no llegó a engancharme, lamentablemente.

Favoritas: "The wait", "Wardance", "Bloodsport"

Calificación:  6/10


En el recorrido por las bandas que llevaron adelante la nueva ola del heavy metal, no puede faltar la banda británica Judas Priest. British steel (1980) es su sexto álbum, y para algunos críticos el que definió su estilo. Con una impronta motoquera y deudora en parte del resabio punk de fines de los 70', el disco tiene mucha potencia que no queda contenida. Con una energía constante que no decae ni en el estruendoso final, "Rapid fire" abre con todo; "Metal gods" sigue la línea de la ciencia ficción de robots y tiene un buen trabajo de guitarras simulando efectos de sampleo. "Breaking the laws", uno de sus temas más populares, emana la frustración de un mundo sin salida (con un estribillo icónico), "Grinder" es anárquica y despiadada (también "You don't have to be old to be wise"), pero "United" tiene un espíritu comunitario y un mensaje de esperanza que contrasta con las anteriores. "Living after midnight" rezuma hedonismo y un concepto bastante simplista del disfrute nocturno, a la vez que suaviza un poco el metal. "The rage" es un oasis en el disco por su intro suave aunque luego se potencia, y "Steeler" recoge el testigo del punk rock para dar un cierre fenomenal. Éxito de crítica, y a menudo señalado como el sonido puro del trash metal, es uno de los pináculos del heavy metal: rock pesado en su mejor expresión. 

Favoritas: "Breaking the law", "Rapid fire", "Metal gods", 

Calificación: 8/10


Con una portada tan pintoresca, sólo se puede esperar algo colorido adentro. Group Sex (1980) es el álbum debut de la banda de punk The Circle Jerks, y contiene 14 canciones (en menos de dieciséis minutos!!!) que pasan de forma meteórica por nuestros oídos antes de evaporarse, dada su efímera duración. La temática del disco aborda el nihilismo y el desinterés de la juventud, heredera de una sociedad cada vez más fragmentada. Desde la afirmación feroz y anti-sistema de "Deny everything" hasta "Red tape", pasando por el cinismo de "Operation", la futilidad de la violencia callejera ("Back against the wall"), la alienación mediática ("I just want some skank"), el sinsentido adolescente y la identidad ("Wasted", "What's your problem"), la vida nocturna como una ruleta rusa ("Behind the door", "Live fast die young", "Group sex"), la furia rebelde y el desinterés ("World up my ass", "Don't care") o los problemas del capitalismo despiadado ("Paid vacation"). La foto de portada revive el post de un recital de los Jerks, y es una gran postal del movimiento punk en general. Fresco e irreverente, el disco sostuvo la caída del punk y ha sido llamado como uno de los puntos más altos del denominado punk hardcore (influenciando a bandas latinas como Fun People). 

Favoritas: "Deny everything", "World up my ass", "Don't care"

Calificación:  7/10


Tal como dice el autor de la entrada correspondiente en el libro, Remain in light (1980) da cuenta de la facilidad de Talking Heads para invocar tanto a la mente como a los pies del oyente. Su combinación de letras extrañas, energía a veces desbordante y melodías que entrecruzan el pop, la new wave y lo afro, comprueban esa aseveración. El cuarto álbum de la banda -y el último producido por Brian Eno, creo- cumple esa función; fue un éxito de crítica. El comienzo con "Born under punches" (cínica y cargada de desilusión por el rumbo del mundo) agita desde el funk y las bases de percusión africana, en tanto que "Crosseyed and painless" habla de la deshumanización y la ausencia de interés en las cosas, con una ligera influencia del primer hip hop. "The great curve" está fuertemente ligada a ritmos afro y también tiene un tono nihilista -además de un largo tramo instrumental que da sensación de vacío-, "Once in a lifetime" le da un peso hondo y costoso al sentido de alienación y al materialismo, y "Houses in motion" se acerca al dub urbano o al rap más primitivo, en una típica canción para caminar por las calles sin mirar a tu alrededor. "Seen and not seen", también deudora de ritmos afro y del incipiente hip hop, incrementa la crítica contra la alienación, "Listening wind" se construye a partir de motivos y armonías de la música árabe y las voces son casi espectrales, de fondo, mientras que "The overload" posee esa identidad industrial (musical) característica de la improvisación que gustaba a David Byrne. Pronto aumentarían las diferencias internas, pero Remain... permanece como un laburo correcto, sin más.

Favoritas: "Once in a lifetime", "Crosseyed and painless", "Houses in motion"

Calificación:  7/10


Luego de un tremendo debut el año anterior, el segundo -y último- álbum de Joy Division fue igualmente impactante en lo estilístico aunque estuvo mucho mas pregnado de sentimientos nihilistas y de despedida. De hecho, Closer (1980) fue estrenado apenas dos meses después del suicidio de su líder y vocalista Ian Curtis. Con una atmósfera enrarecida y un nivel de experimentación entre irritante y atractivo, el tema se inspira por el trabajo homónimo del escritor inglés James Ballard (la canción es un poco mesiánica y otro poco apocalíptica); "Isolation", más a tono con la new wave de esos años, alude a lo fortuito y en parte inexplicable, y se construye sobre una base de sintetizadores y batería eléctronica -interesante lo que hacen con la falsa cadencia en el cierre. "Passover" suena como la palabra de alguien cuya crisis lo ha llevado a punto sin retorno (cualquier parecido con la realidad...); "Colony" es oscura y amarga, y posee una ambientación opresiva y asfixiante, mientras que "A means to an end" parece un último grito de esperanza desde esa agonía en el cantante (al igual que "Twenty four hours", que muestra desesperación por encontrar una salida). "Heart and soul" es un anuncio del malogrado final de Curtis (incluso su voz es como de ultratumba), "The eternal" (de tono solemne) es una mirada agria y pasiva sobre la muerte y el paso de lo inevitable, y finalmente "Decades" es lúgubre y tiene un tono tétrico y algo melancólico. Una remasterización de 2007 incluye el gran single "Love will tear us apart", otro indicativo del drama personal de Curtis -que además padecía epilepsia. Otro buen disco, aunque demasiado amargo para mi gusto.

Favoritas: "Isolation", "Atrocity exhibition", "Decades"

Calificación:  7/10


Aunque grabado en las postrimerías de la década del 70' y estrenado en 1980, Iron Maiden (1980) -álbum debut de la hoy legendaria banda homónima inglesa- es la concreción de un trabajo que ya llevaba varios años, desde su creación en 1975. La demora en grabar el disco resultó fructífera para el legado del metal, puesto que en la actualidad se lo considera uno de los discos cumbre del subgénero. La mezcla de heavy metal y punk dio buenos dividendos, y se nota desde la apertura con "Prowler", como también en la veloz "Running free" (muestra cabal de lo que se llamó speed metal, surgida del hardcore punk). "Remember tomorrow" es una balada metal simple pero no por eso intrascendente: su corta letra es significativa y tiene cierto grado de poesía; con un elaborado arreglo de guitarra, bajo y batería, "Phantom of the Opera" es un sólido tema cuya narrativa paga tributo a la famosa novela, "Transylvania" es una instrumental con marcas de R&B llevado al metal, y "Strange world" es una expresión de deseo en voz alta enmarcada por una bella melodía de ensoñación. "Charlotte the Harlot", otra vez en el mood de un speed metal, cuenta la historia de una prostituta cuya veracidad se ha mantenido en vilo, y "Iron Maiden" corre a mayor velocidad aún a la vez que refleja el espíritu hedonista y sádico del subgénero. Un gran disco debut, de una banda cuya solidez la ha ubicado en el panteón de las grandes bandas del rock.

Favoritas: "Prowler", "Remember tomorrow", "Running free"

Calificación:  8/10


Con un tono humorístico y autorreferencial, Hypnotised (1980), segundo álbum de The Undertones, es una obra entretenida y despreocupada. Esa vena graciosa y esa capacidad de reírse de sí mismos aparece ya con "More song about chocolate and girls". "There goes Norman", un tema pop punk, es cínica y se burla de la burla misma que cae sobre los outsiders, en un tema que suena algo creepy; "Hypnotised" habla un poco de ese enamoramiento juvenil que construye burbujas en el aire ("Tearproof" es similar, aunque con la típica chica de la tapa), "See that girl" y "Wednesday week" tienen algo del brit rock de los 60' (Kinks?), y "Whizz kids" es un tema punkie que clama por aprovechar el momento. El cover light de "Under the boardwalk" suena fresco preciso (buen solo de guitarra al final); "The way girls talk" transmite inocencia con una voz bien matizada, "Hard luck" es más crítica y socarrona (cantada casi a gritos), y la punk "Boys will be boys" es una celebración de la masculinidad juvenil. "My perfect cousin" fue el mayor éxito de la banda, y su relato ácido y descriptivo deja ver por qué. "Nine times out of ten" tiene cierto parecido a los Heads, "Girls that don't talk" se inscribe en el post-punk con otro tema de tintes humorísticos, y "What's with Terry" es sarcástica y burlona, aunque entretenida y movediza. Digna mezcla de influencias, con un resultado divertido. Me gustó.

Favoritas: "There goes Norman", "Whizz kids", "The perfect cousin"

Calificación:  7/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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