1001 Albums Parte XXII: Who, Carole King, Isaac Hayes, Allman Brothers, Stones, Lennon, Beach Boys, Yes, Doors, Can (1971)

13.03.2021

Who's next (1971) probablemente sea el mejor disco de The Who. Al menos, es el álbum más vendido en la historia de la banda; contiene una serie de canciones que se volvieron regulares en su largo recorrido sobre los escenarios. El repertorio arranca de manera potente con "Baba O'Riley", que sintetiza un poco de cada estilo que The Who supo cultivar, desde lo pre-sinfónico hasta lo folk. "Bargain" es un rock con buenas pausas melódicas y un toque hard en los gritos de Daltrey; el exquisito punteo de Townshend marca el camino en "Love ain't for keeping", "The song is over" -con un gran piano acompañando- es uno de los temas más solemnes de la banda y "Getting in tune" recuerda al mejor McCartney. El hard rock tiene sus dosis con "My wife" y en la espectacular "Won't get fooled again", una de las letras más impactantes que he escuchado. Y "Behind blue eyes" es un un himno para sus seguidores. Aunque el disco surgió como un receptáculo de canciones sueltas que habían quedado sin lugar en el disco anterior, muestra una heterogeneidad digna del salón de la fama. Y la portada, remitiendo a 2001, es genial. Gran, gran obra. 

Favoritas: "Bargain", "Won't get fooled again", "The song is over"

Calificación:  9/10


Cuando el álbum Tapestry (1971) salió a la venta, Carole King ya era una letrista reconocida en la música pop. La novedad de este disco no son específicamente las canciones, pero la voz de King les impone un estilo propio. El repertorio va desde el pop más movido de "I feel the Earth move" y "Where you lead" (que muestra su versatilidad vocal), hasta baladas exquisitas como la triste "So far away" (que contó con acompañamiento de James Taylor) y "Home again". Amén de su suave pero firme voz con esencia blusera, King fue una de las pioneras del pop en tocar el piano y cantar al mismo tiempo. La fórmula más repetida son canciones de amor, desamor o tristeza, una estrategia que King manejó a la perfección durante toda su carrera; ejemplos de eso son "It's too late", "Tapestry", "Beautiful" y "Will you love me tomorrow?". No se puede dejar de mencionar el excelente blues "Way over yonder", una canción esperanzadora (tal como "You've got a friend") y Smackwater Jack, un gran shuffle de folk-rock. Carole King fue una imagen inspiradora para el pop femenino que vino después, y su legado musical es muy positivo. Un disco que no tiene una sola canción mala. Fantástico.

Favoritas: "So far away",  "Will you love me tomorrow?", "It's too late"

Calificación:  9/10


Uno de los grandes hitos sonoros de la década del 70' en el cine fue la banda sonora hecha por Isaac Hayes para la película Shaft (1971) de Gordon Parks. Pocas veces hubo en la pantalla grande un sonido que fuera la representación tan exacta de su protagonista como en este blaxpoitation sobre un detective afroamericano. La premiada "Theme from Shaft" arranca con un soul hipnótico, voces absorbentes y una percusión vibrante. "Soulsville" es otro de los puntos altos del disco, un R&B que no escapa a la realidad social pero con cuya voz de Hayes -a lo Barry White- consigue un nivel mayor de intimidad, y la funky "Do your thing" tiene una versión de más de 19 minutos en la que brilla el swing del cantante. El disco lo completan temas instrumentales que van desde el blues ("Bumpy's lament", "Bumpy's blues", "Early Sunday morning") y jazz ("Ellie's love theme", "Shaft strikes again") hasta soul ("Shat's cab ride"), funk ("Be yourself") y experimental ("Walk from Regio's"). Shaft es un álbum delicioso, de esos que se pueden escuchar aún sin haber visto la película. Culturalmente, tuvo un impacto positivo en el reconocimiento a la música afroamericana. Muy recomendable.

Favoritas: "Do your thing", "Theme from Shaft", "Cafe Regio's"

Calificación:   8/10


At Fillmore East (1971) fue el primer álbum en vivo grabado por la legendaria banda de folk rock americana The Allman Brothers Band. Elaborado a partir de tres shows en New York, el disco tiene un sonido sucio, pero una interpretación impecable. Ya desde el R&B que abre el disco, "Statesboro blues", se nota un nivel musical de primera categoría, a la par de otras bandas como Creedence. Su repertorio es un muestrario nítido de lo que era el rock sureño, teñido de blues, folk y una dosis jazzera en fusión con rock. Su versatilidad se puede apreciar en el salto rítmico que pegan de la rockera "Done somebody wrong" hacia el blues clásico de "Stormy Monday" (con tremendos solos de guitarra y de órgano). A continuación se introducen los platos fuertes del disco en pistas que tienen una mayor duración -"Whipping Post" supera los ¡23 minutos!- debido a la capacidad de improvisación que los Allman mostraban sobre el escenario, llevando la combinación de jazz y rock a un nuevo nivel ("Hot 'lanta" es prueba de ello). Duane Allman murió en un accidente de moto siete meses después, y al año falleció el bajista Berry Oakley. La tragedia lo acabó, pero este disco es de calidad.

Favoritas: "Statesboro blues", "Stormy Monday", "Whipping Post"

Calificación:  8/10


El álbum Sticky fingers (1971) supuso un salto de calidad para The Rolling Stones. Para empezar, fue el primer disco con sello propio; además, fue el primero en el que usan consistentemente vientos ("Bitch" es uno de los temas donde destacan). Las canciones están rodeadas por un tono de soul sureño que elevan la calidad de su música. Comienza con "Brown sugar", una canción sobre la heroína que tiene un riff irresistible. Las adicciones y otras marginalidades fueron un tópico recurrente en este disco: la lucha contra ellas es la base de "Sway" y de la oscura y cruda "Sister Morphine". Sticky fingers tiene también una buena dosis de blues con la espectacular "You gotta move" y "I got the blues", tocada en 6/8 y con una reconocida influencia de Otis Redding. Las joyas del álbum son las dos canciones country "Wild horses" y "Dead flowers". "Can't you hear me knocking" es notoria por incluir el primer gran solo de Mick Taylor, el reemplazante del malogrado Brian Jones. Este es un disco en el que es difícil encontrar puntos débiles; se disfruta de principio a fin. Uno de los mejores álbumes de los Stones. 

Favoritas: "I got the blues", "Wild horses", "Sway"

Calificación:  9/10


Después de un álbum solista debut bastante introspectivo, John Lennon se despachó con uno de los mejores discos -sino el mejor- hecho por un ex-integrante de los fab four con Imagine (1971). Ya el tema homónimo bastaría para dejarlo en la cima: una oda a la paz mundial, la liberación de las ataduras que oprimen al ser humano, un sueño en voz alta. Además de esa obra maestra, el disco presenta grandes temas como la romántica "Oh my love", la políticamente incorrecta "Gimme some truth" o la sincera "I don't wanna be a soldier", que lo llevó a enarbolar la bandera antibelicista a inicios de los 70', coincidiento con su arribo a EEUU. El disco no se detiene ahí: la confesional "Cripple inside" y "Jealous guy" revelan un interior confuso y necesitado de ayuda, "It's so hard" muestra otra faceta de Lennon más ligada al R&B, "How do you sleep?" denota la calma ira que John sentía ante Paul McCartney y la suave "How?" deja huella de la terapia primal a la que se sometió. En conjunto, un disco fenomenal que no tiene desperdicio y que muestra por qué John Lennon siempre fue la voz más relevante de los Beatles.

Favoritas: "Imagine", "Gimme some truth", "Oh my love"

Calificación:  10/10


Cuando Surf's up (1971) salió a la venta, The Beach Boys ya había dejado atrás sus mejores años. El disco comienza con una -hasta el momento- inusual canción de corte activista como "Don't go near the water", abogando (junto a "A day in the life of a tree") por la defensa de los recursos naturales; le sigue "Long promised road", una composición de Carl Wilson que combina de gran forma lo melódico con el pop progresivo. "Take a load off your feet" es una simpática balada a una embarazada, rescatable por el uso de de artilugios extra-musicales en la percusión y efectos. En esa línea suena la nostálgica "Disney girls (1957)", un tema que homenajea a los lentos que se bailaban apretados. La banda hace crónica de la tumultuosa década que pasó en el poderoso R&B "Student demonstration time", pero el sello de la banda se conserva a partir de baladas como "Feel flows" o la reflexiva "'Til I die", retazo de la por entonces atormentada mente de Brian Wilson. "Surf's up", la canción que da el título y que cierra el disco, es una elegía al deporte y una buena manera de decorar el cierre. Un buen disco, tal vez no memorable, pero tiene sus momentos. 

Favoritas: "Disney girls (1957)", "Long promised road", "Student demonstration time"

Calificación:  7/10


A como en el disco anterior Yes se mostró antecesor del rock sinfónico, en Fragile (1971) comienza a emerger lo que en los 80' sería el gran furor musical: el pop electrónico. Todavía no estaban disponibles las máquinas como lo estarían 10 años después, pero el sonido de sus canciones -potenciado por un órgano esquizo y unas guitarras graves y repetitivas- da cuenta de la búsqueda de un nuevo sonido que compitiera con el rock progresivo y con el incipiente movimiento hard que derivaría dentro de poco en punk; "roundabout" es un excelente ejemplo de esas intenciones. El disco es tan sorprendente que hay extractos de temas de música clásica como "Cans and Brahms" (extracto de la 4ta sinfonía del romántico alemán), arranques misticistas como "We have heaven" e improvisaciones jazzísticas cruzadas con lo sinfónico en "South side of the sky" y con lo progresivo en la anti-religiosa "Long distance runaround". El disco se caracterizó también por poner el foco en cada uno de sus integrantes, que tuvieron "su propio tema" en el que sacaron a relucir su talento y versatilidad (como el gran solo de guitarra de Steve Howe en "Mood for a day"). Un disco extraño e innovador.

Favoritas: "Roundabout", "Long distance runaround", "Mood for a day"

Calificación:  7/10


Cuando se pensaba que The Doors iba en caída libre, salió L.A. Woman (1971), un álbum más limpio y menos ácido que los anteriores. El disco arranca enérgico con "The Changeling" y se vuelve un pop encantador -que recuerda a series de espionaje- con "Love her madly", en la que brillan los teclados. Una buena dosis de R&B es entregada con "Been down so long", cuya guitarra distorsionada se luce en el intermedio, y en "L.A. Woman", tal vez el tema en el que más empeño pone Morrison (con un  teclado que, nuevamente, lleva el ritmo); precisamente el blues es el tono dominante del disco, suena lento y clásico en "Cars hiss by my window", la profunda y oscura "Hyacinth House", "The WASP" (con un tono de narrador a lo Johnny Cash) o la áspera "Crawling King Snake" de Johnny Lee Hooker, en la que hay un solo muy bueno de guitarra. "L' America" es un experimento con un coro bastante mesmérico y "Riders of the storm" es, como bien dice el autor, puro material de los Doors, con la mística y las penumbras propias de la banda. L.A. Woman es un álbum que a pesar de las grandes diferencias internas logra su cometido, aunque no sobresale. 

Favoritas: "Love her madly", "Riders of the storm", "L.A. Woman"

Calificación:  7/10


Tago Mago (1971) es el tercer álbum de la banda alemana de krautrock -estilo experimental que surgió a fines de los 60' en Alemania- llamada Can. El disco es extraño, no sólo por la combinación de experimentos que suponen sus temas, sino por las duraciones, efectos y cambios de voz. Para este disco tuvieron que reemplazar al vocalista, y llegó el japonés Damo Suzuki, un artista callejero que supo imprimirle unos cambios de voz complejos, que van desde lo bajo hasta chillidos más agudos. El disco abre con "Paperhouse", una arriesgada composición progresiva que marca la tendencia avant garde e irracional de sus líricas. "Mushroom" es un tema que bordea la incoherencia ('I was born and I was dead') juega con el sonido funky, y utiliza teclados y sintetizadores para brindar una sensación de alucinación. Temas como "Oh Yeah" encajan en el rock progresivo aunque su acompañamiento por momentos sobrepasa a la voz principal, desestabilizando las jerarquías de sonidos tradicionales. "Halleluhwah", "Aumgn" (inspirada por Aleister Crowley!!) y "Peking O" llevan la noción de ruido avante garde a su máxima expresión. Un trabajo distinto, no apto para cualquier oído. 

Favoritas: "Halleluhwah", "Oh yeah", "Paperhouse"

Calificación:  6/10

Es mejor mirar al cielo que vivir en él. 
(Truman Capote)
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