1001 Albums Parte XXIX: Marvin, John Martyn, Roxy, Faust, Herbie Hancock, Mott the Hoople, Mike Oldfield, Rundgren, Elton, Steely Dan (1973)

Después de un disco enfocado en la problemática social, Marvin Gaye volvió a sus raíces con un disco de soul titulado Let's get it on (1973). Éste, su decimotercer álbum, impactó en su momento por la carga erótica de sus canciones, y sobre todo por la tendenciosa interpretación de Gaye, quien depositó sus tormentos acerca del sexo para lograr las profundas vocalizaciones -esto contribuyó a la figura de Gaye como sex symbol de la época. El disco abre con el tema homónimo, cargado de deseo y de decisión, en pos de la liberación sexual; la suplicante "Please stay (once you go away)" lo acerca al sonido funky, mientras que "If I should die tonight" es una linda balada de soul donde se luce el doble track de Gaye -igual que con la gentil y romántica "Distant lover". Con la audaz funky "Keep gettin' it on" continúa la saga de canciones sensuales, al igual que "Come get to this", tocada al estilo conocido como quiet storm, que fusiona R&B con la improvisación de los lentos, y "You sure love to ball", la canción más sexualmente explícita del disco (hasta incluye gemidos al principio). El disco cierra con "Just to keep you satisfied", un tema de redención sexual. Música sexy donde las halla.
Favoritas: "If I should die tonight", "Come get to this", "Keep gettin' it on"
Calificación: 8/10

El cantautor británico John Martyn fue un artista prolífico que grabó más de 23 discos a lo largo de 40 años de trayectoria. En Solid air (1973) Martyn contó con el aporte del bajista Danny Thompson, cuya excelencia y virtuosismo elevaron el nivel. El disco empieza con "Solid air", un tema homenaje a Nick Drake, artista amigo de Martyn que murió tiempo después de una sobredosis de antidepresivos; el tono es un blues-fusion sincero en el que prima el consejo de un amigo. La rítmica "Over the hill" es una folk autocrítica del consumo de drogas, "Don't want to know" tiene una impronta de jazz y una letra que privilegia el amor por sobre las diferencias de pareja. El cover "I'd rather be the devil" es un experimento avant-garde en el que la voz (profunda, al estilo Jim Morrison; también sucede con la jazzera "Dreams by the sea") contrasta con la improvisación instrumental de fondo; el disco presenta constantes fusiones entre folk, blues y jazz, como "Go down easy", en tanto que "May you never" es una balada sentimental más clásica. Para el cierre, "The man in the station" (con toques de bossa nova) refleja el deseo de reencontrar el camino a casa, y "The easy blues" es una excusa para probarse a sí mismo. Un disco parejo.
Favoritas: "May you never", "Over the hill", "Don't want to know"
Calificación: 7/10

Luego de un exitoso primer álbum, Roxy Music lanzó For your pleasure (1973), otra apuesta vertiginosa en la que se combinan el glam rock con la experimentación de Brian Eno. Comienza con el power de "Do the strand", inspirada por una marca de cigarrillos y repleta de referencias; "Beauty Queen" es la reafirmación de una relación que no puede continuar -en forma de balada que se torna hard rock-, mientras que "Strictly confidential" abre con sonidos abstractos y difíciles de encasillar para una canción bastante críptica. La enérgica "Editions of you" tiende un puente hacia el pop de los 80' (y tiene un buen solo de saxo), "In every dream home a heartache" es un perturbador monólogo sobre una muñeca inflable y sobre lo vacuo y fútil de la opulencia -con un extraño fade out de más de un minuto donde brilla la guitarra de Phil Manzanera-, "The Bogus man" una extensa, repetitiva y por ello mesmérica canción que parodia la figura de un outsider del tipo de los acosadores, y "Grey lagoons" es un rock que ilustra el tobogán que es una relación atravesando cada fase. "For your pleasure" es una linda coda con una perla: la voz de Judi Dench al final. Un disco interesante, el último antes de la partida de Eno que propició en Roxy Music un cambio de rumbo.
Favoritas: "Editions of you", "Beauty queen", "In every dream home a heartache"
Calificación: 7/10

El cuarto álbum de la banda alemana de krautrock Faust se llamó -lógicamente- Faust IV (1973), y fue el último de la banda con su primera formación (se reunirían recién 21 años después con otros miembros). El disco tuvo una recepción dispar, aunque hoy está considerado como uno de los grandes trabajos realizados dentro de ese subgénero. Faust IV comienza con la hipnótica "Krautrock", un tema instrumental de casi 12 minutos tocado en modo drone, en el que las guitarras mantienen un acorde sostenido por un largo periodo de tiempo; "The sad skinhead" cultiva un pop extraño en el que la voz líder otorga un encanto diferente, y "Jennifer" (qué profundo suena el bajo!) es junto a la anterior un compendio de escrituras sobre personas buscando una identidad o una relación. "Just a second" retoma la senda de la monotonía musical agregando unos irritantes efectos de sonido y volviéndose un conglomerado de atonalidades, "Picnic on a frozen river" es la más rockera y jazzera del disco, "Giggy smile" aporta la dosis folk melódica y "It's a bit of a pain" conjuga los estilos variados de la banda. La portada es demasiado minimalista. Un álbum difícil de transitar.
Favoritas: "The sad skinhead", "Picnic on a frozen river, deuxieme tableaux", "Jennifer"
Calificación: 5/10

Headhunters (1973) es el duodécimo álbum de estudio del otrora trompetista de jazz Herbie Hancock. La propuesta de este disco fue la de expandir el rango y el alcance del jazz fusión hacia públicos mayores; principalmente, Hancock se vio influenciado por el sonido y tempo del funk, cercano a Sly & The Family Stone. "Chameleon" abre el disco con mucho swing, y se nota en él el germen de la música electrónica, así como la introducción del sampleo como recurso principal de instrumentación, algo poco visto en intérpretes de jazz; lo que tiene de experimental, lo tiene de repetitivo. Es un tema que sentó bases. "Watermelon man" es una nueva versión de un tema propio, interpretado con instrumentos originarios de pueblos pigmeos de Zimbabwe y consiguiendo un buen emparejamiento entre esos elementos tradicionales y la base del jazz. Esta canción también deja huella en la búsqueda genealógica del hip-hop. "Sly" es un homenaje al ya mencionado ícono funky (y con el uso destacado de la percusión), y "Vein melter" baja un cambio y coloca al piano eléctrico en primer plano. Headhunters fue en su momento el disco de jazz más vendido. Un álbum que generó mucho en varios géneros posteriores.
Favoritas: "Sly", "Chameleon", "Watermelon man"
Calificación: 7/10

Mott the Hoople fue una formación británica de hard rock que, para la época de Mott (1973), se había reconvertido en banda de glam rock debido a la influencia de David Bowie. Mott, exitoso desde el punto de vista de la crítica y del público, comienza con el rock and roll "All the way from Memphis", un single destacado ese año, y crítico con el estilo de vida de los rockeros (algo que se profundiza en la autorreferencial "Ballad of Mott the Hoople"). "Whizz kid" tiene una impronta de de R&B y rinde tributo a un ideal diferente de amor; "Hymn for the dudes" está entre el glam y el rock sinfónico (la banda se vio bancada en EEUU por sus compatriotas Queen), "Honaloochie Boogie" rememora las épocas juveniles y la proto-punk "Violence" los retrotrae a sus años hard. Con "Drivin' sister" se inscriben en el rock moderno estilo stone, el sólo más destacado de la guitarra de Mike Ralphs aparece en "I'm a cadillac", "El camino dolo roso" es un instrumental de tono blusero, y "I wish I was your mother" es una balada que funciona como un cierre perfecto. Un disco agradable, autorreflexivo e instrumentalmente sólido.
Favoritas: "I wish I was your mother", "Whizz kid", "Honaloochie Boogie"
Calificación: 7/10

La discográfica multinacional Virgin Records tuvo su primer lanzamiento dentro de la industria de la música con Tubular Bells (1973), álbum debut del multinstrumentista inglés Mike OIdfield. Tubular Bells tiene varias características particulares en su desarrollo: para empezar, es un disco instrumental -Oldfield interpreta casi todos los instrumentos que se escuchan, lo cual generó un grado de dificultad extra a la hora de grabar todas las pistas ya que la tecnología de la época tenía sus limitaciones-, consta de sólo dos pistas (de más de 20 minutos cada una), y fue usado en parte como banda sonora de la exitosa película El Exorcista de William Friedkin, ese mismo año. La estructura temática se divide en dos grandes porciones, las llamadas "El maestro de ceremonias" y "El hombre de Piltdown". La primera forma parte de la primera pista y permite la incorporación progresiva de instrumentos hasta un momento cúlmine. La segunda pista remite al famoso camelo arqueológico y tiene un inicio más armónico y melodioso que la anterior. La edición deluxe agrega dos temas pertenecientes a las sesiones originales. Relajante.
Favoritas: "Tubular bells - Pt. I","Tubular bells - Pt. II", "Mike Oldfield's single - Theme from Tubular bells"
Calificación: 7/10

A wizard, a true star (1973) es una experiencia maratónica. El cuarto álbum de Todd Rundgren es una seguidilla de canciones interconectadas entre sí con interminables vaivenes estilísticos y de género. Desde el comienzo hay una sensación de cosmic-pop con "International feel" (al igual que "La feel internacionale"), un aire sinfónico con "Never never land", un encanto pop con "Tic tic tic, it wears off" (que conecta con la anterior a través de Peter Pan), "You don't have to camp around" y "Does annybody love you?", un desenfreno metalero con "You need your head", "Rock and roll pussy" y "Is it my name?" y la experimentación extrema con la extrañísima "Dogfight giggle" y la más convencional "Flamingo". "Zen Archer" impactó por su influencia de la música del norte de Europa, mientras que varios medleys oscilan entre el pop rock y las baladas (destacando la elegante "I'm so proud"). Retazos de jazz impregnan "Sometimes I don't know what to feel", "Hungry for love" es un rock que parece venir del boogie y "I don't want to tie you down" es un tema melancólico aunque logrado. Dispar, aunque le doy un voto de confianza porque me gusta la estructura planteada.
Favoritas: "I'm so proud", "Never never land", "Ooh baby baby"
Calificación: 7/10

Goodbye yellow brick road (1973), séptimo álbum de Elton John, es a menudo considerado su mejor trabajo. Este disco doble es un despliegue de imaginación pop y melancolía británica de la mano de las inspiradas letras de Elton y Bernie Taupin. Tras la fanfarria de "Funeral for a friend", el disco contiene una interesante versatilidad que va desde el pop clásico y el rock tradicional ("Your sister can't twist") hasta incursiones en el rock progresivo ("Grey seal") y en el reggae ("Jamaica jerk-off"). Las historias de amor ("Harmony") y desamor ("I've seen that movie too") se funden con revisionismo histórico ("The ballad of Danny Bailey"), y los personajes típicamente secundarios toman protagonismo -como en "Bennie and the jets" o "Sweet painted lady". Hay homenajes (a Marilyn con "Candle in the wind", al rock de los 50' con "Saturday night's alright for fighting", y a la juventud en la country "Roy Rogers"), analogías de la fama (la balada soft "Goodbye yellow brick road"), reflexiones sobre el mañana ("This song has no title", "Social disease"), comentarios ácidos sobre las relaciones ("Dirty little girl") o el lesbianismo ("All the girls love Alice"). Un imperdible, una galería del glam-soft-acid-pop-rock bajo la interpretación del siempre contagioso Elton John.
Favoritas: "Candle in the wind", "Goodbye yellow brick road", "All the girls love Alice"
Calificación: 9/10

Tras un auspicioso debut, Steely Dan reemplazó a su vocalista David Palmer con el más tradicional Don Fagen. En este tren de clacisismo rockero se preparó su segundo álbum, Countdown to ecstasy (1973). El disco abre con "Bodhisattva", un rockabilly circular e irónico respecto de la iluminación oriental en la California de la época. "Razor boy" es una crítica al materialismo y refleja las influencias de la música latina, "The Boston rag" es un soft-pop de tono épico y "Your gold teeth" cuenta los andares de una mujer de la noche de manera sutil y con toques de jazz fusión (con un gran solo de piano eléctrico y en contrapunto con la guitarra). "Show biz kids" es un rock más cercano al R&B -bastante cínico con el estilo de vida angelino, por cierto-, mientras que "My old school" es la típica canción de remembranzas de los años de juventud (toda banda tiene una así). Hacia el final, "Pearl of the quarter" emerge como el tema más romántico del disco, y "King of the world" explora un futuro post-apocalíptico nihilista y despojado. Un álbum en buena parte satírico, con bases jazzísticas y de rock latino, sin grandes temas pero sin desaciertos.
Favoritas: "Pearl of the quarter", "Razor boy", "Your gold teeth"
Calificación: 7/10