1001 Albums Parte XXXVIII: Billy Joel, Marley, Electric Light Orchestra, Weather Report, Muddy, The Stranglers, The Clash, Bowie, Steely Dan, Wire (1977)

The Stranger (1977) fue el quinto álbum en la extensa carrera -al día de hoy, de más de 55 años- del intérprete y compositor neoyorquino Billy Joel. El cantante siempre se caracterizó por tener una habilidad especial para contar historias, y este disco no es la excepción. A la solidez musical se le agrega cierto encanto nocturno en el tono, que lo hace más extraño. La ambición juvenil está bien escenificada con "Movin' out (Anthony's song)", mientras que "The stranger" construye una figura enigmática y misteriosa con una base de funk-rock que recuerda un poco a Michael Jackson y un silbido final estremecedor. "Just the way you are" describe los sentimientos de un amor transparente y sincero en clave de lo que se denominó por entonces smooth jazz (un tipo de jazz más accesible al público), "Scenes from an italian restaurant" una elaborada canción dividida en varios segmentos estilísticamente bien diferenciados -desde una balada de piano, al dixieland, R&R y una sección final de cuerdas-, y "Vienna" un relato que analoga a la ciudad europea con la vejez. La buena boogie "Only the good die young" levantó polvareda en su momento por considerarse un tema anti-católico, "She's always a woman" una honesta canción de amor con toques folk para su esposa, "Get it right the first time" una pieza de rock con influencias latinas, y "Everybody has a dream" es una potente balada gospel como un deseo de una mejor realidad. La portada es tétrica y muy sugestiva... Un álbum emotivo e impecable.
Favoritas: "Scenes from an italian restaurant", "She's always a woman", "The Stranger"
Calificación: 8/10

Nombrado el disco del siglo en 1999 por la revista Time, Exodus (1977) es ciertamente un álbum bastante audaz en la trayectoria de Bob Marley & The Wailers. En el disco se pueden reconocer dos tipos de canciones, las de amor y las que pesan como manifestación política; además, se pueden identificar canciones bien reggae y otras en las que Marley decidió bucear en otros estilos musicales. "Natural mystic" encabeza esa oleada de temas que anuncian vientos de cambio en la escena socio-política; Marley había sufrido el año anterior un atentado con arma de fuego del que se salvó por poco. "So much things to say" es una fuerte declamación sobre los derechos y sobre la guerra interna que Marley estaba disputando. "Guiltiness" le canta a la avaricia que avanzaba sobre su pueblo, "The heathen" se refiere a la opresión de los seres humanos, y en "Exodus" analoga la experiencia del pueblo Jah a la de los israelíes que huyeron de Egipto según el Antiguo Testamento. "Jamming" llama a la celebración de la unidad de un pueblo -al igual que "One love/People get ready"-, mientras que "Waiting in vain" y "Turn your lights down low" se centran en el aspecto sentimental de las relaciones. Finalmente, la agradable "Three little birds" es uno de esos himnos de paz típicos de Marley. Un álbum poderoso, que transmite una energía positiva mucho más allá de donde llega el reggae.
Favoritas: "So much things to say", "Waiting in vain", "One love/people get ready"
Calificación: 8/10

Para la conformación de su séptimo álbum de estudio, Out of the blue (1977), Electric Light Orchestra decidió imprimir a su ya recurrente estética y estilo cósmico-espacial, un toque decididamente beatle. Desde la primera canción, "Turn to stone", hay una clara intención de hacer estallar el pop de fines de los 60' en un choque de frente contra lo eléctrico en el sentido sónico. El disco es doble y esto permite apreciar la versatilidad de la banda. "It's over" conserva ese sentido de lo efímero tan propio del pop beatle y el playero, "Sweet talkin' woman" conjuga ese pop-rock suave con el éxito reciente de la disco, "Across the border" es un rock progresivo de corte épico y con un guiño a la música de medio oriente, y algunos tematizan la soledad y la separación, como "Night in the city", "Sweet is the night" y "Steppin' out". La balada soul "Stalight" y "Believe me now" retoman la jerga y el contexto espacial, "Jungle" adhiere efectos de sonido extraños (igual que con "The whale") a una canción que suena como The Verve (muy moderna), la problemática ligada al clima atraviesa casi todo el disco y se hace más patente en "Big wheels" y en la fabulosa balada "Summer and lightning", y "Mr. Blue Sky" cierra lo que se denominó como la suite "Concierto para un día lluvioso" (y comenzó con "Standin' in the rain"), en un tono de brit pop pegadizo. En el cierre, "Birmingham blues" tiene una impronta más stone, y "Wild west hero" es una suerte de poema escapista sobre tiempos mejores. Un álbum audaz y con un sonido innovador.
Favoritas: "It's over", "Mr. Blue Sky", "Starlight"
Calificación: 8/10

Favoritas: "A remark you made", "Birdland", "Rumba Mamá"
Calificación: 7/10

Con Hard again (1977) el legendario ícono del blues Muddy Waters publica su mejor trabajo en años, para nada anquilosado, aggiornándose a las corrientes de los 70' como el soul-disco. El disco tiene como arma principal esa voz profunda, nunca débil, y por momentos conversada de Waters; "Mannish boy", el tema que abre el disco, se sirve se la cantidad mínima de acordes para dejar volar la verborragia de su intérprete, quien se luce. "Bus driver" se inscribe en la rica pero ya clásica tradición del blues sureño, "I want to be loved" contagia ese deseo por encontrar el amor con un blues rápido, "Jealous hearted man" un relato humorístico sobre un hombre celoso -con un solo de guitarra estupendo-, y "I can't be satisfied" suena a modo de canción folk tradicional y anecdótica. "The blues had a baby and they named it rock and roll" es la típica zapada de bar que conjuga en pocas líneas dos de las grandes tradiciones musicales americanas, "Deep down in Florida" el clásico blues lento que homenajea al sureste (y que evoca con nitidez musical al calor), y "Cross eyed cat" tiene cierta tendencia a la música de los 70'. Cierran el gentil blues "Little girl" y la boogie "Walkin' thru the park" con una sensación de positivismo y mucha energía en un hombre de 71 años. Una luminaria del género, disco para tener en cuenta.
Favoritas: "Mannish boy", "Bus driver", "Little girl"
Califcación: 8/10

Nunca fui un gran adepto de las bandas o artistas que buscan polemizar continuamente. El álbum debut de la banda británica The Stranglers se llamó Rattus norvegicus (1977), igual que el nombre científico de la rata gris que asoló Europa en la Edad Media; con ese título, la irreverencia salta a la vista. El estilo de esta formación era un cruce entre el incipiente punk y la todavía inexplorada new wave: la mejor manera de describirlos sería la de rock suburbano. En esos años se suscitó una gran polémica con este disco debido a la tendencia de la banda a presentar comentarios sociales sexistas y en apariencia misóginos: esto es evidente en canciones como "Sometimes" (con gran sección de teclados, hay que decirlo), la insultante "London lady" o "Ugly". Otros temas plantean una obsesión con la destrucción ("Goodbye Toulouse", basada en una predicción de Nostradamus, y "Get a grip on yourself") o el tedio ("Peaches"), y otros son observaciones agudas sobre mujeres parias u outsiders como "Princess of the streets" y "Hanging around". Lo más destacado del disco es el uso de los teclados para suavizar la dureza y la aspereza de las historias relatadas. Aún así, el álbum tiene muchos puntos generadores de conflicto e insatisfacción, que hacen de sí un trabajo que no llega a gustarme, a pesar de sus intenciones.
Favoritas: "Princess of the streets", "Sometimes", "Hanging around"
Calificación: 6/10

Los 70' nos dieron el clasicismo rocker de Ramones, elpunk autodestructivo de Sex Pistols, y la originalidad y desfachatez de The Clash. El álbum debut de esta última, titulado oportunamente The Clash (1977), es un combo de influencias tanto en sonido como en estilo que resultaron en una revolución del punk británico. El tema inicial, "Janie Jones" (sobre la madam de un burdel) se volvió un clásico del género, "Remote control" se expresa contra la dominación y la opresión social, "I'm so bored with the U.S.A." grita su rechazo a la cultura globalizante norteamericana, la punk rock "White riot" suena polémica pero en realidad es un llamado a la lucha en unidad contra la pobreza (en "Career opportunities" critican nuevamente la desesperanza en una década infame para la economía británica), y la ska "Hate & war" es una fuerte declaración contra el estatuto de ser inglés y todos los elementos de esa Inglaterra a los que se oponen. El cuestionamiento de la identidad de los jóvenes británicos se repite en "What's my name" y "Cheat", hay decepción en la mirada del otro ("Deny"), vuelve el rechazo a la cultura televisiva con la famosa "London burning", canta al riesgo y la aventura con "Protex blue" y brinda un pulido cover del reggae "Police & thieves" (y un guiño a los Ramones). El cierre con "48 hours" es muy frenético, y con "Garageland" reaccionan ante la crítica adversa con ironía y una melodía que fue precursora del nuevo rock californiano. Punk puro y crítico, con espíritu renovado y ganas de decir todo lo que pasaba por sus mentes.
Favoritas: "Janie Jones", "Hate & war", "Garageland"
Calificación: 8/10

Escuchar un disco de David Bowie siempre es una experiencia diferente, sin importar cuánto sepas o hayas escuchado de él. Low (1977), undécimo álbum del artista inglés se aleja un poco de sus últimas experiencias en estudio y canaliza toda la influencia que Bowie recibió durante su estancia en Berlín con Alice Cooper. El resultado es un disco de pop experimental que se funde con el krautrock de Kraftwerk y Neu! -entre otros-, y queda patente en pequeñas gemas como la fragmentada "Breaking glass" o "What in the world". La pop "Sound and vision" cuenta con una escritura que divaga como ideas pensadas en voz alta sobre el letargo provocado por las adicciones, "Always crashing in the same car" es un relato sobre drogas que metaforiza miedos acerca del estancamiento en su vida, y "Be my wife" tiene una estructura musical y lírica simple comparada con el resto del disco. Este trabajo también se caracteriza por piezas instrumentales de búsqueda como "Speed of life" o la épica "A new career in a new town", aunque es la segunda parte del disco la que vira hacia lo instrumental de manera realmente novedosa, con "Warszawa" (por Varsovia) con un tono oscuro y decadente, y unos arreglos corales estrambóticos, "Art decade" que alude a la Berlín occidental a la cual Bowie veía morir lentamente, "Weeping wall" como un reflejo de la sensación de encierro provocada por el muro, y "Subterraneans" evoca a la nostalgia de la gente que quedó 'atrapada' en Berlín Este. Una obra compleja, con mucho contenido bajo la superficie. Interesante.
Favoritas: "What in the world", "Sound and vision", "Breaking glass"
Calificación: 7/10

Varios especialistas consideran a Aja (1977) como una suerte de pináculo de solidez musical en la trayectoria del dúo de jazz rock estadounidense Steely Dan. Premiado con un Grammy a la ingeniería de grabación, el disco brilla por su claridad y nitidez de su musicalización; concebido además con una estructura típica del jazz (sólo 8 piezas), se sumaron al trabajo unos cuarenta músicos -incluyendo directores de orquesta-, y las partes instrumentales están bien diferenciadas del resto de cada canción. "Black cow" arranca con un mood de soul contando un relato de engaños en un tema que posee una estética bien urbana; "Aja" se muestra como un coqueteo entre el jazz fusion y la balada progresiva para una historia de amor que trae tranquilidad, y "Deacon blues" es una afrenta existencialista inspirada por El hombre demolido de Alfred Bester. "Peg" es con diferencia el tema más pop del disco -aún así, tiene una base indudablemente de jazz-, "Home at last" refleja el sentir de fines de los 70' tanto en la letra como en la pseudo funky base musical, la sarcástica "I got the news" le otorga al jazz un poco de disco, y "Josie" se mueve dentro de un soft rock más tradicional. El minimalismo de la portada agrega otra pista sobre el minucioso trabajo sobre el producto. Un disco refinado, sin tanto hit pero con calidad.
Favoritas: "Deacon blues", "Josie", "Peg"
Calificación: 7/10

Wire fue una banda diferente a sus contemporáneas dentro del punk. Su álbum debut, Pink flag (1977), muestra lo disruptiva de su música, ya sea en el alejamiento de los riffs y melodías convencionales ("106 beats that" tiene un punteo anticlimático) como en la estructura episódica y sin ninguna coherencia en la duración -con canciones que no alcanzan el minuto (la ácida "Field day for the sundays" o "The commercial", entre otras), y un total de 21 temas en 35 minutos. La banda inglesa tiene la reputación de ser una de las mayores influencias sobre el pop y hardcore post punk de los 80 y 90 ("Fragile" y "Mannequin" anticipan el art punk de The Smiths y The Cure). El disco trabaja con la ironía y el descaro verbal, como en "Reuters" (que se burla agresivamente de la política y la información), la hambruna y recesión británica ("Ex lion tamer", "Lowdown", "Different to me"), política internacional ("Brazil"), la sociedad conservadora ("Straight line", "Mr. suit") o al amor ("Feeling called love"). Es frecuente la construcción minimalista en letra y música (como con las punkies "Start to move", "Surgeon's girl", "It's so obvious" o "12xU"), ya que en sus canciones reina una suerte de nihilismo por parte de observadores cínicos de la realidad ('How many dead or alive?' se cuestiona la proto-hardcore "Pink Flag"); otros temas generan cierta incomodidad desde el sonido -"Strange"- y canciones como "Champs" se adelantan al nuevo punk de los 90' (el de No Doubt o Stone Temple Pilots, por ejemplo). Un escalón ineludible entre los 70' y mucho de lo que vino después. Discazo.
Favoritas: "Field day for the sundays", "Fragile", "Ex lion tamer"
Calificación: 9/10